Los conductores de Uber, en la mayoría de países del mundo, trabajan bajo una ambigua figura de “socios”, aunque no tienen acciones en la compañía. Foto: Archivo EL COMERCIO
Un grupo de conductores de Uber tiene derecho a beneficios laborales, como un salario mínimo, dijo el viernes 19 de febrero de 2021 el Tribunal Supremo de Gran Bretaña, un golpe para el servicio de transporte a domicilio que podría tener consecuencias para millones de personas en la economía colaborativa.
En un caso liderado por dos conductores, un tribunal laboral de Londres dictaminó en 2016 que tenían derechos como vacaciones pagadas y descansos.
Actualmente los conductores de Uber son tratados como trabajadores autónomos, lo que significa que la ley solo les otorga protecciones mínimas, un estatus que la empresa con sede en Silicon Valley trató de mantener a través de continuas acciones judiciales.
“El Tribunal Supremo desestima por unanimidad el recurso de Uber”, dijo el viernes el juez George Leggatt. “La legislación pretende dar ciertas protecciones a los individuos vulnerables que tienen poca o ninguna voz sobre su salario y condiciones de trabajo”.
Uber dijo que el veredicto no se aplica a sus 60 000 conductores en Gran Bretaña, incluidos 45 000 en Londres, uno de sus mercados más importantes a nivel global.
La economía colaborativa, en la que las personas tienden a trabajar para una o más empresas de forma individual, ha enfrentado a las críticas de los sindicatos que dicen que es explotadora, mientras que las empresas sostienen que brinda flexibilidad a los trabajadores.