Turquía teme una catástrofe petrolera
Tras el derrame de petróleo en el golfo de México, a los turcos les inquieta la gran cantidad de buques petroleros en el Bósforo, un estrecho que divide en dos a la ciudad de Estambul.
“En todo el mundo no hay otra ciudad con 13 millones de habitantes, por la que cada tres minutos se transportan 400 toneladas de mercancías peligrosas”, dijo el ministro de Medio Ambiente turco, Veysel Eroglu, en una conferencia con empresas energéticas.
Turquía aún recuerda la catástrofe más grande de los tiempos recientes, en marzo de 1994, cuando un buque petrolero con 98 500 toneladas de crudo chocó con un barco carguero. 30 marinos murieron en el incendio.
El Bósforo es una de las vías navegables internacionales más importantes del mundo. Solo el petróleo transportado por el estrecho alcanza para llenar tres oleoductos, explicó el Gobierno turco en la reunión, en la que también participaron representantes de las empresas Shell, Exxon Mobil y BP. Dos oleoductos, por los que se bombea crudo de Azerbaiyán e Iraq hasta terminales en el lado turco del mar Mediterráneo están cargados al máximo.
Debido a que Azerbaiyán y Kazajstán quieren aumentar las cantidades enviadas, se espera que siga aumentando el tránsito de buques petroleros si no se colocan nuevas tuberías. Con la construcción de nuevos oleoductos, Turquía podría asegurarse el papel deseado de plataforma central para los suministros de energía de Asia Central y Cercano Oriente a Europa.