A pesar de que las reuniones entre los transportistas y el Gobierno concluyeron ayer, el gremio mantiene conversaciones con las bases. Hoy se realizó en Quito una reunión con los representantes de las diferentes cooperativas de la ciudad.
Allí el descontento, por el negado aumento de pasajes, se mantiene. José Santamaría, presidente de la Cámara de transportes de Quito, señaló que un estudio técnico realizado por el sector señala que, de haberse aprobado el aumento salarial, en USD 0,41, “la utilidad habría alcanzado más de USD 1 000. Sin embargo, el subsidio de USD 350 y 600, propuesto por el Gobierno es bajo”.
Edison Yánez, ingeniero en transporte, explicó que las ciudades que expresaron su descontento con las medidas adoptadas son Cuenca, Ambato, Tulcán, Santo Domingo de los Tsáchilas. De ahí que afirmó que “la próxima semana mantendremos reuniones con la dirigencia y esperamos que las propuestas del Gobierno se cumplan”.
Yánez, además explicó, que el Gobierno se comprometió en mantener 11 subsidios con este sector. Sin precisar cifras, dijo que se redujo la cantidad de años para chatarrización, exoneración de aranceles, créditos blandos para las importaciones, etc.
Según analistas consultados, la aplicación de más subsidios a los transportistas es un tema político. Esto como consecuencia de las próximas elecciones presidenciales. Para el ex ministro de Finanzas, Fausto Ortiz, si el Gobierno aceptaba un incremento de tarifas, se habría convertido en “el primer impacto contra el sector más débil del país”.
El catedrático, Carlos De La Torre, afirma que la calidad del transporte urbano no es óptima y afirma que este sector históricamente ha sido justificado su buen servicio con el alza de los pasajes. Sin embargo, fue enfático en precisar que es un tema que no se cumple.