La Casa Blanca podría enviar al Congreso en las próximas semanas un Tratado de Libre Comercio con Colombia para su aprobación, ahora que se han alcanzado acuerdos para enfrentar las preocupaciones laborales de Estados Unidos.
La vicerrepresentante Comercial de Estados Unidos, Miriam Sapiro, dijo que el momento exacto dependería de las conversaciones con el Congreso sobre otras prioridades comerciales, que incluye asegurar asistencia para trabajadores estadounidenses vulnerables y allanar las relaciones comerciales con Rusia.
“El acuerdo con Colombia podría estar listo en cosa de semanas, pero no vamos a dejar atrás las otras piezas importantes de nuestra agenda”, dijo Sapiro.
Las conversaciones con el Congreso podrían incluir negociaciones potencialmente difíciles sobre el futuro de los beneficios de reinserción de los trabajadores estadounidenses que pierden sus empleos por la competencia extranjera. El Congreso aprobó la expansión del programa de Asistencia por Ajuste del Comercio (TAA por sus siglas en inglés) a comienzos del 2009, pero este expiró recientemente, después de que muchos congresistas republicanos objetaran sus costos.
Con los legisladores enfrentados por el presupuesto, revivir estos beneficios podría ser duro. “Estamos conversando con líderes del Congreso sobre cómo ordenar todas nuestras prioridades comerciales, porque no queremos dejar ningún tema atrás”, dijo Sapiro a periodistas tras pronunciar el discurso.
Muchos legisladores en ambos partidos también están cautelosos de que se otorgue a Rusia lo que se conoce como estatus de ‘relaciones comerciales normales permanentes’ hasta que exista un acuerdo internacional final para llevar al país a la Organización Mundial de Comercio.
Este tratado podría tomar meses o incluso extenderse más tiempo. Normalizar los lazos comerciales aseguraría que los productos rusos reciban las más favorables tasas de tarifas de EE.UU. y que Rusia abra más sus mercados a las exportaciones estadounidenses, cuando se una a la OMC.
Mientras que el Gobierno del presidente Barack Obama ha apoyado al comercio como el motor de la recuperación económica, algunos legisladores demócratas se resisten a medidas que podrían erosionar el mercado del trabajo en Estados Unidos, al permitir importaciones baratas, desacelerando el proceso de aceptar los acuerdos.
Los republicanos, que ganaron el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de noviembre pasado, han presionado por acción para julio sobre el acuerdo con Colombia, así como también sobre los pactos comerciales con Corea del Sur y Panamá, firmados bajo el gobierno de George W. Bush.
Por su parte, el embajador de Colombia en Estados Unidos, Gabriel Silva, espera que tras el acuerdo de los presidentes de ambos países la semana pasada para relanzar el acuerdo de libre comercio, este sea aprobado por el Congreso estadounidense en el segundo semestre del año.
“La perspectiva es que el TLC quede aprobado, a más tardar, a comienzos del segundo semestre”, dijo Silva en una entrevista publicada ayer por el diario El Tiempo, de Bogotá.
Silva advirtió que 2012 es un año electoral en Estados Unidos, y “eso complica la aprobación de cualquier acuerdo comercial”. Silva se mostró optimista porque “ahora hay (en el Congreso de EE.UU.) una coalición de fuerzas bipartidistas e intereses empresariales con la que no contábamos”.