Una semana fue suficiente para que buena parte de los comerciantes de computadoras, laptops, impresoras, flash memory, etc., empiecen a ajustar sus precios, debido a los nuevos aranceles que empezaron a regir desde mediados de este mes.
La importación de estos productos no pagaba aranceles para ingresar al país, con el argumento de que era necesario abaratar los precios de la tecnología para que más personas accedan a ella, sobre todo en la era del conocimiento.
El Gobierno se jacta de haber invertido millones de dólares en fibra óptica y en equipos para mejorar la penetración de Internet y abaratar los costos de este servicio. Y ahora promete más inversión en ciencia, tecnología e innovación.
El discurso a favor del acceso a la tecnología no cuadra la resolución del Consejo de Comercio Exterior (Comex), en la cual el arancel para importar equipos tecnológicos aumentó al 10%.
Quienes venden estos productos se enteraron que la nueva mercadería llegaría en los próximos días con el recargo del 10% y comenzaron a cambiar las etiquetas a los productos que tenían en vitrina. Si bien estos productos fueron importados sin pagar aranceles, los comerciantes vieron que ahora se necesitará más de dinero para adquirir la nueva mercadería.
Pero además, no tienen certeza de que en los próximos días o semanas el Gobierno decida tomar nuevas medidas para encarecer más las importaciones. A inicios de año el Gobierno empezó a aplicar una salvaguardia cambiaria a Perú y Colombia, con la posibilidad de que nuevas medidas restrictivas se apliquen a otros países. Esa incertidumbre está latente y ya se traduce en mayores precios para los usuarios.
El Gobierno acaba de cerrar una negociación con las operadoras de telefonía para desplegar la red 4G. Ahí se verá si la prioridad para el Gobierno fue obtener más recursos para el Fisco o que los precios para el usuario bajen.