La inmensa plataforma se detiene en el kilómetro 65. El conductor mira la curva cerrada que tiene al frente; se seca el sudor. Hace cálculos mentales. Tiene una carga de 105 toneladas a cuestas.
El movimiento debe ser exacto, para evitar un accidente de tránsito en esa parte de la vía Alóag – Santo Domingo.
Espera unos minutos mientras dos policías detienen los vehículos que se ven a pocos metros.
Entonces el conductor enciende el motor. Casi no se escucha el esfuerzo de la máquina al arrancar. La caída de la cascada del Nápac, que está a un costado de la carretera, ahoga el ruido.
La plataforma, de 24 llantas, avanza lento; a unos 20km/h. Los otros choferes miran su paso en silencio, con los ojos bien abiertos. La mayoría se baja para tratar de descifrar, de cerca, el tipo de maquinaria que se transporta.
Son las cinco partes más grandes de una máquina tunelera que será utilizada para perforar el túnel de conducción de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.
La plataforma que lleva la pieza de 105 toneladas de peso requiere de casi todo el ancho de la vía (dos carriles) para poder curvar.
Agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y de Tránsito hacen de avanzada. Ellos custodian la carga e interrumpen el paso vehicular. Las luces de parqueo se encienden como en un callejón de honor.
Los equipos llegaron el 27 de febrero pasado al puerto de Guayaquil y luego fueron trasladados a Santo Domingo. Están cubiertos con lonas con el logotipo impreso de la empresa a cargo de la transportación: Grupo Noroccidental. Se creó en 1961 y tiene experiencia en el traslado de equipos del sector petrolero, automotor y energético.
Édgar Andrade, jefe de operaciones, baja de un tráiler, cerca de Alluriquín. Sube a uno de los vehículos livianos que vigilan el paso de las máquinas y da detalles del traslado. Por seguridad se tuvo que evitar el puente sobre el río Daule al pasar por Guayas. Avanzaron por Balzar, El Empalme y Quevedo, hasta llegar a Santo Domingo.
Solo hubo una novedad que se pudo resolver sobre la marcha.
La pieza más grande, de 5,90 metros de ancho, no cabía en los corredores del peaje de la provincia tsáchila. Se desmontó y levantó 1,30 metros para que no roce con las bases.
Se usan equipos hidráulicos para lograrlo. 20 personas participan en el traslado de los equipos. Grupos de tres obreros están en cada plataforma de carga, sobre las máquinas. Tienen banderas rojas y blancas en la mano. Las flameaban según las circunstancias. Cada vez que observaban obstáculos en el camino alertaban al conductor que viene detrás.
Avanzan hasta Tandapi. Pese a que el sol acompaña y en el cielo no hay visos de lluvias cercanas, la circulación se frena. La recomendación técnica es no seguir, porque la luz del día podría apagarse antes de llegar a Alóag.
Además, en la oscuridad y con la lluvia del invierno en la zona, hay más probabilidades de que se presenten derrumbes.
El riesgo es latente, sobre todo porque la semana pasada se registraron más de 12 deslizamientos en varios tramos de la vía.
Pese a todo, la carretera es la mejor para el traslado de carga pesada, por su resistencia y ancho.
Hoy la movilización seguirá. El camino aún es largo. Las partes de la máquina tunelera deben llegar al Oriente. Por la ruta Pifo, Papallacta y Baeza.
Se tomaron medidas especiales en la Amazonía. El Ministerio de Transporte y Obras Públicas ha reforzado los puentes Bailey por donde pasarán las piezas, para evitar daños o accidentes. Además, se emplearán más equipos para balancear de mejor manera el peso de las máquinas.
En lugar de las 10 líneas hidráulicas para cargar 90 toneladas, se empleará 14 líneas hidráulicas para el mismo peso. Además, una plataforma de 26 metros de largo. Las piezas deben estar el 20 de marzo en Coca Codo Sinclair, para el inicio de los trabajos de obra.