Los dos lados de la estancada “supercomisión” del Congreso estadounidense tuvieron conversaciones por separado ayer, pero las negociaciones formales seguían paralizadas, lo que reafirma la opinión de que el comité para combatir el déficit podría fracasar.
Mientras se acerca el plazo final del miércoles en la noche, los seis miembros republicanos y seis demócratas de la comisión aún mantenían posturas muy alejadas respecto a cómo conseguir su objetivo de lograr al menos 1,2 billones de dólares en ahorros presupuestarios en los próximos 10 años.
Los miembros republicanos en la “supercomisión” realizaron una teleconferencia entre ellos en la mañana del sábado, pero los detalles sobre lo dicho ahí no estaban disponibles aún, dijeron asesores.
Tras rechazar la última propuesta de los republicanos, los seis demócratas realizaban sólo conversaciones privadas este fin de semana y no había reuniones grupales planeadas, dijeron ayudantes.
“La pregunta es, ¿hay algo más que podamos hacer con eso o alguna otra cosa?”, dijo a periodistas el sábado el senador republicano Jon Kyl, miembro del comité. “Aún estamos conversando, aún (estamos) tratando de encontrar algo”.
Los corredores del Congreso estadounidense estaban vacíos el sábado. La mayoría de los miembros de la “supercomisión” estaban en Washington, pero sólo Kyl fue visto por la prensa en su oficina en Capitol Hill.
En un marcado contraste al secreto que ha rodeado a gran parte de las deliberaciones del comité, seis miembros del panel aparecerían en programas de conversación políticos de televisión el domingo.
Recortes automáticos
En los últimos días, ambas partes se han trenzado en un juego de culpas, posicionándose para las consecuencias negativas que puedan resultar de un fracaso. Los mercados financieros tienen bajas expectativas respecto al comité.
Algunos analistas ya están mirando más allá, hacia la expiración de medidas de estímulo económico a fin de año, que son vistas como la próxima prueba de responsabilidad fiscal de Washington.
Si la comisión desafía las probabilidades y consigue un acuerdo de última hora podría haber un alza de las acciones, pero era improbable que los mercados se desplomen si no surge un pacto importante, afirmaron analistas.
Si el comité no llega a un acuerdo, en el 2013 comenzarían a aplicarse recortes presupuestarios automáticos que afectarían en forma igualitaria al gasto doméstico y militar.
Sin embargo, el Congreso podría tratar de modificar o rehacer la legislación que ordena los cortes automáticos antes de eso. “Aún parece increíble que puedan disolverse sin hacer nada.
Por eso, creo que lograrán algo, no 1,2 billones (de dólares), quizás un acuerdo de cerca de 700 000 millones (de dólares)”, dijo el analista de política de Potomac Research Greg Valliere. A diferencia de disputas anteriores por el presupuesto, un fracaso la próxima semana no amenazaría ni con un desplome del Gobierno ni con una cesación de pagos.