Lucero Gálvez se ha dedicado a los quehaceres domésticos durante los últimos 33 años de su vida. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO.
Ayudar a los niños con sus deberes, alistar los uniformes, limpiar la casa… Esto es parte de la rutina del ama de casa, quien hace un trabajo productivo pero no es remunerado.
La recién aprobada Ley de Justicia Laboral y Reconocimiento del Trabajo No Remunerado del Hogar permite que este segmento se afilie al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y obtenga una pensión de vejez e invalidez y un subsidio por funerales. No tiene opción al servicio de salud ni a créditos del Seguro.
El Ministerio Coordinador de Desarrollo Social espera afiliar a 1,5 millones de amas de casa; de ellas, 400 000 este año.
El trabajo en el hogar empieza en algunos casos desde las 05:30 y puede ir hasta altas horas de la noche, por lo que amas de casa como Rita Porras cree que la afiliación es un derecho.
La Encuesta de Uso del Tiempo del 2012 señala que las mujeres destinan en promedio más tiempo al trabajo no remunerado doméstico, que los hombres. Las mujeres realizaron 31:49 horas a la semana y los hombres, 9:99 horas. “A los hijos no se les puede poner límites de tiempo”, dice Porras.
La mujer, de 35 años de edad, ve una buena oportunidad en afiliarse, pues a futuro podrá contar con una pensión, pero cree que el beneficio es incompleto. “Por el momento se necesita acceso a la salud ya que no tenemos seguros”.
La ministra Coordinadora de Desarrollo Social, Cecilia Vaca, responde que, “de cierta de forma, todas las amas pueden acceder a la salud hoy” a través del Ministerio de Salud Pública y la red integrada.
Maritza Ordóñez, ama de casa de 24 años, ve positiva la propuesta, pero tiene dudas sobre qué pasará cuando consiga un empleo formal, cuando sus hijos crezcan.
Un incentivo para este tipo de amas de casa, según la Ministra, es la portabilidad de derechos. La Ley recién aprobada dice que al pasar de una forma de trabajo a otra, el ama de casa mantiene el tiempo de aportación y, al cumplir 240 aportaciones (20 años) y 65 años de edad, puede jubilarse.
La edad es un inconveniente para Lucero Gálvez, quien lleva como ama de casa casi cuatro décadas. Tiene 55 años y cree que 20 años de aporte es demasiado. Su familia analiza pagar un poco más, afiliarse al Seguro General Obligatorio y acceder a todos los beneficios.
Según la Encuesta de Empleo, Subempleo y Desempleo (Enemdu), de 1,8 millones de amas de casa que existen en el país a septiembre del 2014, un 29,3% tiene entre 45 y 64 años y un 13,2% supera los 65 años.
Además, un 17,8% de amas de casa ya tiene afiliación a la seguridad social (IESS seguro general, voluntario, campesino, Issfa/Isspol) y un 0,4% cuenta con seguro privado.
A Jacqueline Gómez, de 46 años, le interesa acceder al beneficio, pero teme no tener los recursos necesarios. La Ley establece que la afiliación del ama de casa se financiará con el aporte de la familia de las beneficiarias y un subsidio que entregará el Estado. Este año, según Vaca, este subsidio será de USD 43 millones, considerando la meta de 400 000 amas de casa. Cuando se afilien todas serían de USD 200 millones.
Aunque la ley no fija el porcentaje de aporte del ama de casa ni del Estado, el Gobierno anunció que cubrirá hasta el 90% en hogares de bajo ingreso. El subsidio estatal se reduce a medida que los ingresos de las familias son mayores e incluso desaparece para familias de nivel alto.
En este caso, el aporte (unos USD 46,9) deberá ser asumido totalmente por el beneficiario.
Debido a que el esposo de Gómez gana unos USD 700, no accederá al subsidio estatal. “El sueldo de mi esposo nos alcanza justo para los gastos de la casa, pagar la universidad de mi hijo mayor y la escuela de mis otros dos hijos”.
Vaca dijo que con base en un cálculo se ubicará y categorizará, según los ingresos socioeconómicos, a los hogares y su cotización. Los hogares harán una declaración de su situación socioeconómica, la cual se validará luego.
La Ministra reconoce que la incorporación de las amas de casa a la seguridad social es un “tema progresivo”. Hoy es voluntaria, pero a futuro podría ser obligatoria. Pese a las dudas que existen entre amas de casa, Vaca considera que los incentivos que se están creando hacen pensar que motivará a que más personas quieran acceder a este beneficio. “Con esto se podría pensar que a futuro ojalá se logre tener un universo tan grande de cotizantes a la seguridad social”.
Esto en momentos en que se suprimió el aporte fijo estatal del 40% para el pago de pensiones en el IESS y se reemplazó por un artículo general que señala que el Estado aportará “cuando haga falta”. Richard Espinosa, representante del Ejecutivo al IESS y presidente de la entidad, señaló el 11 de abril pasado que en el IESS “hay sostenibilidad por, al menos, 23 años (…)