La presidenta de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Janet Yellen, a su llegada a una rueda de prensa en Washington, Estados Unidos, el 15 de marzo. La decisión de la Fed de elevar el 0,25 % de los tipos de interés en EE.UU. ha hecho que el Dow Jones, el principal índice de Wall Street, avanzará un 0,42 %. Foto: EFE
El miércoles 15 de marzo del 2017, la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) subió las tasas de interés hasta el rango de entre 0,75% y 1%. La medida tiene un efecto a escala global y, en el caso específico de Ecuador, podría tener cuatro consecuencias.
Esta es la tercera vez que la Fed sube las tasas de interés luego de la crisis ‘subprime’ o de las hipotecas del 2008-2009,
que surgió en EE.UU. y afectó a todo el mundo.
Durante casi una década, las tasas se mantuvieron bajas y el crédito estuvo disponible a costos extremadamente reducidos para recuperar a la economía estadounidense.
Pero la economía de EE.UU. ya presenta señales de recuperación, como la caída de la tasa de desempleo, por lo que la Reserva Federal cree que es hora de subir las tasas para controlar la inflación. “El mensaje sencillo es que la economía se está comportando bien”, apuntó Janet Yellen, presidenta de la Fed.
Pero no solo EE.UU. subió sus tasas de interés. Varios bancos centrales reaccionaron a la decisión de la Fed. China, principal prestamista de Ecuador, siguió los pasos de Estados Unidos y aumentó ayer en un 0,10 puntos sus tasas en el mercado, mientras los demás bancos centrales mantuvieron sin cambio su política.
Comenzando por el Banco de Japón (BoJ), que reiteró su voluntad de continuar con ello “el tiempo que sea necesario”, para alcanzar su objetivo de alza de precios en un 2%.
Lo mismo ocurre con el Banco de Inglaterra (BoE), que dejó su tasa principal a un nivel históricamente bajo desde agosto pasado, cuando aligeró su política monetaria para hacer frente a los posibles efectos en la economía del Reino Unido de la decisión de los británicos de salirse de la UE.
El Banco Nacional Suizo (BNS) y el de Noruega tampoco hicieron cambios, al igual que el Banco Central Europeo.
Para Roberto Palacios, profesor de Finanzas Internacionales y Macroeconomía de la Escuela de Negocios de la Escuela Politécnica del Litoral (Espae), el impacto principal se sentirá en los costos de los créditos para los Gobiernos como
la banca y las empresas en los mercados internacionales.
Otro de los posibles efectos es la apreciación del dólar, que afectaría en la competitividad de las exportaciones ecuatorianas y, por otro lado, las importaciones de otros países con monedas depreciadas podrían resultar más baratas.
Deuda más onerosa
Con la subida de las tasas de interés, a decir de Santiago Mosquera, profesor de la USFQ Business School, existirá un incremento marginal en el costo del endeudamiento si un país requiere emitir bonos en el mercado internacional. Pero esto no solo impacta al Estado. Las tasas de interés de cualquier producto financiero en el exterior se encarecen, precisó el catedrático.
En el caso local, según Mosquera, este incremento de las tasas de interés tendrá incidencia en los bancos que se financien en el extranjero para ofrecer créditos a sus clientes. Y es probable que esos costos se trasladen al cliente final. No obstante, Mosquera aclaró que la mayoría de bancos nacionales se financian localmente y que el incremento sería mínimo, debido a que el Banco Central del Ecuador fija techos en las tasas de interés para el mercado nacional.
Un dólar más fuerte
El incremento de las tasas por parte de la Fed refleja el fortalecimiento del dólar y, con ello, las monedas regionales se deprecian. Sin embargo, cuando la Fed anunció el miércoles el aumento de la tasa, la región reaccionó con optimismo: el peso mexicano ganó 2,18% frente al dólar, por ejemplo.
Esto debido a que la Fed pronosticó que en el 2017 hará tres incrementos de tasas y no cuatro, como todos preveían.
Cristián Cerna, director de Finanzas de Alta Dirección Capital, firma chilena que monitorea los mercados emergentes, señaló a este Diario que las monedas de la región se han fortalecido en los últimos meses gracias al incremento en los precios del cobre y el crudo. Pero debido al proteccionismo de Donald Trump se prevé un endurecimiento gradual del dólar -hasta un 10%- en la medida en que la Fed siga subiendo las tasas.
Menos competitividad
A escala regional, un dólar más fuerte abarata y fomenta las exportaciones de países como Argentina, Chile, Colombia o Perú.
Pero en el caso de un país dolarizado como Ecuador esto significa que sus productos seguirán encareciéndose; lo cual implica una pérdida de competitividad.
Cristian Espinosa, expresidente de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana (Amcham), explicó que en la medida que el dólar se vaya fortaleciendo en este año, las exportaciones perderán competitividad.
Para Espinosa, los productos que menos competitividad perderán serán los que tengan mayor componente extranjero, debido a que pueden adquirir partes, piezas o insumos de mercados emergentes con monedas depreciadas, es decir, a menor precio. En cambio, con un dólar fortalecido, los productos agrícolas podrían verse más afectados.
Compras se abaratan
Un dólar más fuerte y la depreciación de las monedas de países vecinos como Perú, Colombia o Chile abaratarán las importaciones para el consumidor ecuatoriano. Actualmente existen restricciones para el ingreso de productos -como las salvaguardias- pero estas terminarán en junio próximo.
Otro efecto de la depreciación de las divisas regionales es la reducción de los costos de servicios, con lo cual se impulsan sectores como el turismo en esas naciones.
Felipe Cordovez, presidente de la Asociación de Importadores de Licores, aseguró que cuando las monedas regionales se deprecian, el efecto en la reducción de precios en esos países no es inmediato. Si la tendencia de depreciación se mantiene en el largo plazo, los precios pueden bajar, pero cree que hay una incidencia mínima en el país por los impuestos y aranceles vigentes.