Un negocio novedoso se desarrolla en el país desde el año pasado. Manos ecuatorianas procesan un endulzante natural que se vende de buena manera en el mercado estadounidense.
Se llama Stevia, un nombre similar al de la planta paraguaya de la que se origina y que endulza 200 veces más que el azúcar.
El proceso de maquila lo realiza la farmacéutica Farmacid-PharmaBrand, que está ubicada en el sector de Conocoto, al oeste de Quito. La empresa acaba de realizar su tercera exportación a EE.UU. el pasado 8 de diciembre. La primera venta la realizó en noviembre del 2009, mientras que la segunda en mayo pasado.
Sus directivos manejan con reserva y recelo las cifras de estas exportaciones. Su gerente de Planta Iván Constante, solo señala que las tres exportaciones han estado por debajo de USD 1 millón. Según dice, por una estrategia de mercado, prefieren no detallar los números de este negocio.
Las exportaciones las realizan en cajas de 50 y 100 sobres, cada uno con un peso de un gramo. Su valor comercial también es guardado en sigilo, pues la compañía Pharmabrand USA es la que se encarga de esa tarea.
Sin embargo, según el portal www.cidbotanicals.com, que vende el endulzante, una caja con 100 sobres tiene un valor de USD 149,99. Aunque en el mercado ecuatoriano no se encuentra directamente a la venta este producto, otros, que en su composición contienen Stevia, pueden llegar a costar entre USD 5 y USD 8.
En la parte baja de la caja de Stevia están dos frases: “Grown in Paraguay” (plantado en Paraguay) y “Packaged in Ecuador” (empacado en Ecuador).
En efecto, la materia prima que usa el Grupo Farmacid-PharmaBrand para la elaboración del endulzante proviene de Paraguay. Ese país tiene las condiciones climatológicas óptimas para el crecimiento de la planta llamada ‘estevia rebaudiana bretón’, cuyas propiedades han revolucionado en los últimos años el mercado mundial de los edulcorantes.
A las instalaciones de la farmacéutica llega el extracto de la planta, que es sometido a cuatro fases de elaboración. El primer paso es su pesaje y el repesaje. Se continúa con la mezcla de la materia con los sabores. A continuación se realiza el análisis de laboratorio de la combinación, para verificar que cumpla con las normas de control. Y por último está el proceso de empaque.
En efecto, una de las novedades de la última exportación con relación a las anteriores fue la introducción de tres sabores: vainilla, moca y maracuyá.
Según Renato Andrade, director médico de Farmacid-PharmaBrand, el estricto cumplimiento de estos pasos ha permitido que el producto tenga espacio en el mercado estadounidense.
De hecho, la farmacéutica tiene la licencia de la FDA (Food and Drug Administration), que es la agencia estadounidense responsable de controlar la calidad de alimentos, medicinas, suplementos, cosméticos y otros productos que ingresan a ese país.
Además, cuenta con el aval de la sociedad Vegan, que aprueba que bienes naturales cumplan con las normas para el consumo de la población.
Un negocio de USD 500 millones
El cultivo y venta de la estevia rebaudiana se ha convertido en un creciente negocio en el mundo.
Según cifras de publicaciones especializadas como Capital de Chile, el mercado de esta planta mueve alrededor de USD 500 millones. Y cuando se cristalice por completo su expansión al mercado europeo puede llegar a mover USD 2 000 millones.
En el caso específico del mercado estadounidense, la estevia ha llegado a ocupar el 17% del mercado de endulzantes. Entre otras razones, porque su componente natural resulta amigable y efectivo para personas con problemas de salud, como diabetes o hipertensión arterial.
Si bien la planta es originaria del Asia, también se ha adaptado a varios países del continente, como Paraguay, Brasil y Colombia, aunque también ha llegado a Ecuador (ver breves).
Sin embargo, el mayor productor del mundo es China, con cerca de 20 000 hectáreas cultivadas. En cambio, Japón se ha convertido en uno de los principales mercados para este tipo de endulzantes, pues se calcula que consume cerca del 40% de la oferta.