Los ministros de Finanzas de la zona euro avanzaron ayer hacia la aprobación de un acuerdo de un segundo rescate para Grecia, que resolvería las necesidades financieras inmediatas de Atenas, pero parece improbable que reactive la economía del vapuleado país.
El acuerdo sobre un paquete de rescate de 130 000 millones de euros con estrictas condiciones pondría fin a meses de incertidumbre que han sacudido al bloque, además de evitar una inminente bancarrota del país.
A medida que se reunían los ministros, funcionarios luchaban para que los números cuadraran. Fuentes de la UE dijeron que tenían que hallar otros 6 000 millones de euros a través de varias opciones para que las finanzas funcionen, y los inversores privados podrían tener que aceptar mayores pérdidas.
Un informe preparado para los ministros por expertos de la UE, el BCE y el FMI, obtenido en forma exclusiva por Reuters, dijo que Grecia necesitaría ayuda extra para rebajar sus deudas a la meta oficial de 120% del PIB hacia el 2020. Si el país no seguía adelante con las reformas estructurales y ahorros, su deuda podría alcanzar el 160% hacia esa fecha.
La mayor contribución adicional a la reducción de la deuda podría venir del Banco Central Europeo y los bancos centrales de la zona euro, señaló el informe.
Si el BCE renunciara a las utilidades que obtuvo con sus compras de bonos griegos, eso rebajaría la deuda de Atenas en 5,5 puntos porcentuales del PIB. No obstante, diplomáticos y economistas no esperan que el rescate financiero logre resolver los problemas económicos de Grecia.
La solución al tema de deuda podría tomar una década o más, una oscura perspectiva que llevó a miles de griegos a salir nuevamente a las calles para protestar contra las medidas de austeridad el domingo.
El ministro de Finanzas de Francia, Francois Baroin, dijo que todos los elementos estaban en su lugar para llegar a un acuerdo y el ministro de Finanzas de Grecia, Evangelos Venizelos, se manifestó confiado en que habría un acuerdo. La reunión de los ministros continuaba anoche.
A la espera de los resultados de una nueva línea de crédito, para evitar la cesación de pagos, el análisis sobre la crisis griega y su posible contagio a otros países es el tema del día en Europa. Según la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, hay que “ evitar absolutamente el contagio a Europa. Hay razones para ser prudentemente optimista”.
Grecia está a las puertas de una nueva era política. Parece que llega a su fin el dominio de los grandes partidos, el Partido Socialista (Pasok) y el conservador Nea Dimokratia (ND), que desde el fin de la dictadura militar en 1974 han intercambiado el poder. Ambas formaciones pagarán caro su aprobación a las drásticas medidas de ahorro, que evitarán que el país caiga en suspensión de pagos y que tan controvertidas son entre la población.
“La ira del pueblo y los recortes están cambiando el mapa político de Grecia”, titula el diario To Vima. Según una serie de encuestas, en las elecciones previstas para abril, ni socialistas ni conservadores obtendrán la suficiente mayoría para la formación de un Gobierno. Ambos partidos apoyan al actual Gobierno que dirige el tecnócrata Lucas Papademos.
La dureza de las medidas, que provocan numerosas manifestaciones violentas en toda Grecia, tiene sus motivos, según explicó con claridad meridiana el primer ministro italiano, Mario Monti.
“La dureza con que se trata hoy a Grecia parece excesiva y probablemente lo es. Pero no hay que olvidar que la política griega durante muchos años, lo digo con modestia y como simple observador externo, ha sido un perfecto catálogo de las peores prácticas de la política en nuestros países”.
El ministro heleno de Finanzas, Evangelos Venizelos, aseguró que su país ya ha cumplido todo lo que prometió a la UE y al FMI en materia de ajustes. “Esperamos que ahora se ponga término a un largo período de incertidumbre. Esto no beneficia ni a la economía griega ni a la Eurozona en su conjunto. Con el nuevo y duro plan de ajuste del Gobierno, que incluye despidos de funcionarios y privatizaciones, Grecia quiere transmitir el mensaje de que desea seguir formando parte de la familia del euro”.
Una visión desde más lejos y de manera global la esgrime el sociólogo uruguayo Juan Bogliaccini, candidato a doctor en Ciencia Política por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Para el estudioso, hay dos o, a lo sumo, tres alternativas de desarrollo económico: capitalismo liberal, capitalismo estatista o, directamente, alguna forma trasnochada de socialismo.
[[OBJECT]]
Tres datos relevantes
El 1 de enero del 2001, Grecia se convirtió en el duodécimo miembro de la Eurozona. Cuando se había creado ese espacio monetario, en enero de 1999, Grecia no cumplía con los requisitos de admisión establecidos por el Tratado de Maastricht (tope de 3% en el déficit público y de 2,7% para la inflación).
La economía griega representa menos del 3% del PIB de la Eurozona e integra un importante sector informal. Las principales actividades se centran en el turismo y la marina mercante.
El país tiene 10,78 millones de habitantes. La crisis del 2008 interrumpió varios años de fuerte crecimiento sostenido por el consumo interno y sumió a su economía en la recesión.