Con una inmensa variedad de cereales -como la quinua- y tubérculos -como la yuca y el camote-, Perú es actualmente un verdadero laboratorio de nuevos ‘snacks’ elaborados con productos andinos que comenzaron vendiéndose en las calles y hoy buscan conquistar mercados mundiales.
A diferencia de las papas “chips”, las poco conocidas papas nativas, una de las golosinas andinas más demandadas, tienen pulpas de diversos colores y son la punta de lanza de una naciente industria que ya es parte de la revolución gastronómica peruana.
“Existe un ‘boom’ de ‘snacks’ andinos que acompaña el auge de la gastronomía peruana y la revalorización de la cocina de las regiones de Perú” , dijo Luis Ginocchio, coordinador del proyecto Cadenas Agroalimentarias de la Asociación Peruana de Gastronomía y exministro de Agricultura en el 2012 De hecho, los ‘snacks’ de papas de colores están teniendo éxito en Francia, Holanda, Bélgica y Alemania porque son expresión de lo exótico, de lo mágico que tienen los Andes, añadió Ginocchio.
Los peruanos han crecido por décadas viendo en mesas de los restaurantes potes con chifles (plátano seco en pequeñas rodajas) y cancha (maíz tostado), que se ofrecen a modo de aperitivo para preparar los paladares a la comida vernácula, que tiene en el cebiche de pescado a uno de sus platos de bandera a escala mundial.
Pero la producción comercial se ha diversificado a todo tipo de ‘snacks’ de camote, yuca, habas, mote (grano seco de choclo gigante), quinua, maca (el llamado viagra de los Andes) y otros cereales, que se comercializan en supermercados y se venden al exterior.
En los últimos años han surgido hasta media docena de firmas locales que se dedican a producir estos productos procesados andinos en el mercado peruano y para exportación, e incluso una de ellas (Inka Crops) las vende por internet vía el gigante Amazon.
La cereza en la torta es el “maní de los incas” o Sacha Inchi, un grano que crece en la Amazonía, rico en valores nutricionales y ácidos grasos esenciales.