Durante el fin de semana las papelerías en Quito no tuvieron descanso. Las personas hicieron largas filas en las veredas con tal de comprar los útiles escolares.
El sábado pasado, a las 17:00, en el Comisariato del Libro, en la Villa Flora (sur de Quito), la gente ocupaba una cuadra y media mientras esperaba su turno.
Ese mismo día, en la Papelería Popular, en el centro, unas 100 personas permanecían en el exterior del local para ser atendidos. Una patrulla policial custodiaba el sitio y controlaba el ingreso ordenado de las personas.
El panorama de ayer fue el mismo. Largas filas en las papelerías para adquirir la lista de útiles.
Y es que la compra de útiles tradicionales ha crecido en los últimos cuatro años por el incremento de alumnos en el sector público. A esto se suman las ofertas que ofrecen las diferentes papelerías para captar más clientes.
Según el censo económico, hay 13 559 papelerías en Ecuador.
Los estudiantes de todos los niveles escolares (escuela, colegio, universidad) adquieren cuadernos, esferos, calculadoras, etc., para el comienzo de clases.
Ese es el caso de Gabriela Toapanta, estudiante de la Universidad Tecnológica Equinoccial. Mientras escoge los cuadernos en un almacén de Juan Marcet, en Quito, señala que es más fácil tomar apuntes en un cuaderno que en un computador. Esto en relación al avance tecnológico que obliga a los estudiantes a estar pendientes de la información académica a través de la Web.
El matrimonio Wilson Macías, que tiene tres hijos entre 9 y 14 años, explica que para este período no han variado los materiales solicitados por los centros.
Mary Jácome concuerda con este dato. Ella explica que en este nuevo año lectivo, en la lista de útiles lo único que cambió fueron los libros. Su hija ingresó al sexto de básica de la escuela Aurelio Espinosa Pólit (centro de Quito).
José Mackliff, gerente de Marketing de la empresa Papelesa, señaló que en esta temporada escolar se ha registrado un aumento en el consumo de útiles respecto al año pasado. Afirma que en cinco años su industria “creció un 20%”, en promedio.
Él explica que esto se da porque el sistema educativo registra un incremento de estudiantes, por la gratuidad de la educación. A esto se suman los incentivos que otorga el Gobierno como uniformes y libros gratuitos, lo cual deja a los padres de familia con más ingresos para comprar otras cosas.
En ese sentido, Mariana Pallazco, presidenta de la Unión Nacional de Educadores, señaló en días anteriores que en los últimos cuatro años se han incorporado unos 500 000 alumnos al sistema educativo ecuatoriano.
Según Mackliff, esto implica que más padres gastan en útiles escolares. Un alumno del sistema fiscal, dice, utiliza entre seis y ocho cuadernos, frente a un alumno de un colegio particular que usa entre 12 a 16 cuadernos.
Además, advierte que actualmente hay una demanda especial en las librerías. “Los particulares reciben a tiempo (las listas de útiles) y los fiscales no”.
Paúl Cárdenas, gerente de Marketing de la librería Paco, sin mencionar cifras, dice que en este centro los útiles escolares tradicionales mantienen una alta demanda. Eso se evidenció el mediodía del sábado pasado en una de las librerías de este Grupo, en el Quicentro Shoping. Allí unas 80 personas realizaban sus compras para este año escolar.
Pero no solo las librerías y las proveedoras de útiles escolares sienten el incremento del consumo. En el Ecuador, los supermercados se surten cada vez más con elementos para ofrecer a sus clientes más opciones.
Ese es el caso de la Corporación Favorita, que desde 1997 instauró una sección de útiles escolares en el Megamaxi del Mall del Sol (Guayaquil). Hoy, la oferta está en casi todos sus supermercados.
“En nuestros locales la demanda por útiles escolares en esta temporada escolar de la Sierra se ha incrementado un 22,1% frente al 2010”, afirma un ejecutivo de la Corporación.
Los productos que motivaron este incremento son las mochilas y cartucheras. Estas categorías significaron mayor cantidad de ventas comparada con los inicios de la comercialización de útiles escolares. “Esto se debe a la gran oferta de diferentes estilos y diseños que se comercializa en la actualidad”, explicó el ejecutivo.