La central hidroeléctrica Mazar está a punto de operar a su máxima capacidad. Las dos turbinas que dispone la planta están operando, pero una de ellas está actualmente en pruebas de sincronización para conectarse con el Sistema Nacional Interconectado.
Según el gerente de la Unidad de Negocios de Hidropaute, Estaban Albornoz, la generación de esta turbina se inició la semana pasada, tras un proceso de reparación, por lo que funciona con una sola turbina.El siguiente paso será realizar otras pruebas de medición, que no se han ejecutado porque es necesario que ambas turbinas generen al mismo tiempo.
La Central Hidroeléctrica Mazar aportará con 160 megavatios al Sistema Nacional Interconectado. Pero su principal función es el represamiento de agua para alimentar a la Central Hidroeléctrica Paute, que está aguas abajo, durante el estiaje.
Mazar tiene una capacidad de almacenamiento de 410 millones de metros cúbicos (m³), mientras que Paute tiene un embalse de 120 millones de m³, de los cuales 40 millones están ocupados por sedimentos.
En septiembre pasado, técnicos de la Corporación Eléctrica del Ecuador anunciaron que el Estado cobrará USD 20 000 de multa al consorcio que instaló las turbinas: Alstom-Voith-Siemens-Santos- CMI. La sanción es por cada día que la turbina no generó desde julio pasado, cuando debía operar, se señaló en un taller del Ministerio de Electricidad, cuando se informó sobre la situación energética del país. Albornoz no se pronunció sobre el tema.
Albornoz se refirió ayer al financiamiento del Gobierno para la construcción del proyecto Sopladora, que costará USD 700 millones y estará a cargo del consorcio Geshuba-Fopeca, ganador de la licitación.
Sopladora es parte del proyecto Paute Integral y estará ubicado aguas abajo de la presa de Mazar y la Central Paute. Este proyecto aprovechará las aguas turbinadas de esta última y generará 487 megavatios/hora. No tendrá una represa.
A más de esos anuncios, Albornoz habló ayer en Cuenca sobre los avances de las obras de mitigación ambiental en el área de influencia de Mazar.
La zona tiene 1 400 hectáreas repartidas en 11 parroquiales de cinco cantones de Azuay y Cañar. Como parte de esa mitigación se sembraron 100 000 plantas en la franja de amortiguamiento de la presa. Además se crearon siete viveros comunitarios y se apoyó a 34 proyectos productivos y 47 de infraestructura.
Según el titular de Hidropaute, también se ejecutaron proyectos de educación ambiental en ocho colegios y 65 escuelas del área de influencia. En estas iniciativas ya se invirtieron USD 10 millones desde el 2007.
El presupuesto total para mitigación ambiental prevé un desembolso de USD 14 millones en 15 años. Como faltan 4 millones para invertir se deberá ampliar el presupuesto, agregó.