[[OBJECT]]Guayaquil es una de las dos ciudades que logró reducir su índice de desempleo en un año.
De 7,60 pasó a 5,90% entre diciembre de 2010 al mismo mes del 2011, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Ambato también logró esta reducción, de cinco ciudades monitoreadas por la entidad.
Los otros indicadores laborales de Guayaquil también son positivos. La tasa de ocupados plenos, por ejemplo, aumentó, mientras que la de subempleo bruta bajó al terminar el 2011 (ver infografía).
¿Por qué se dieron estos resultados? La hipótesis que manejan los expertos es que por ser un puerto, la actividad comercial de Guayaquil siempre está presente para cubrir los espacios que dejan otros sectores productivos.
Pero, así como el comercio formal crece, el informal también, según analizó Eduardo Peña, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG). Eso no es del todo positivo.
Ello porque se trata de personas que generalmente no tiene afiliación a la Seguridad Social, ni sueldo básico (USD 292). Tampoco alcanzan el digno (USD 370).
Es que cuando alguien pierde su fuente de ingreso fija, la manera más rápida de suplir ese déficit es dedicarse a vender productos o servicios por su propia cuenta.
De allí surgen los emprendimientos, dice Adriana Vera, del Centro de Educación Continua (CEC) de la Espol. Es más, ella considera que, actualmente, la ciudad está atravesando por un período de madurez, en el sentido de que el área de ventas ya es considerada como una profesión que requiere igual nivel de capacitación que otras actividades.
En esa línea están las firmas que envían a su fuerza de ventas a seminarios o cursos, para fortalecer las técnicas de comunicación con el consumidor y de cómo colocar sus productos en el mercado. Pero, también hay personas que, sin depender de un patrono, toman la iniciativa para prepararse.
Desde el 2009, en que el CEC abrió su Escuela de Vendedores, unos 400 estudiantes recibieron capacitación en esta modalidad abierta, en el campus Las Peñas. La inversión promedia los USD 150 y las clases van de 8 a 24 horas por cada módulo.
Adicionalmente, hay seminarios, cursos, talleres y clases ‘in house’ relacionados a esta materia. “El comercio es el corazón de toda empresa y Guayaquil es la garganta de esta actividad”.
El consumo es otro de los factores para que el comercio sea tan dinámico y, por ende, genere empleo y subempleo en la ciudad.
En diciembre, según Álvaro Andrade, subdirector de Investigaciones del Instituto de Desarrollo Empresarial (IDE), hay una inyección adicional de dinero, lo cual incentiva el consumo; hay negocios que se instalan exclusivamente en esa temporada e, incluso, dentro de la psicología de los consumidores hay una motivación adicional a gastar más.
“Debido a estos y otros factores, el consumo incentiva a ocupar mano de obra que, quizás, meses antes estuvo desempleada”.
El año pasado, a diciembre, los bancos privados realizaron 650 153 operaciones crediticias, de las cuales, el 85% fue dirigido al consumo. El total en préstamos otorgados llegó a USD 389,4 millones en ese sector.
La venta de empanadas le dio ingresos a Nelson
Hace 7 años, Nelson Parrales recibió una información difícil de digerir: usted está despedido. Su oficio como guardaespaldas fue el último trabajo en relación de dependencia, que le permitió tener un salario fijo y los beneficios laborales de ley.
Desesperado por su deteriorada condición económica, al no encontrar trabajo en otro sitio, comenzó a ver opciones para laborar de manera independiente.
Lo primero que se le ocurrió fue freír empanadas en su casa y ofrecerlas a sus vecinos, en las inmediaciones del kilómetro 16,5 de la vía a Daule. La venta comenzó a subir al punto de que invirtió en una carreta, que luego instaló en los exteriores de un centro de estudios universitarios de la urbe.
Debajo de un árbol coloca su coche todos los días. El intenso olor a fritura envuelve al menos una cuadra de la ciudadela Quisquis. Las empanadas de queso y carne recién preparadas tienen rápida salida. En temporada baja, Parrales vende un promedio de 250 unidades, pero la cifra se triplica en los meses que inician la matriculación y las pruebas de admisión en la universidad.
“Hay muchas personas de otros países que vienen a hacer dinero aquí y ¿por qué nosotros que somos ecuatorianos no podemos optar por ser algo en la vida?”, resalta el comerciante que, con este negocio, puede mantener a cinco miembros de su familia.
En Guayaquil, como Nelson, hay 472 327personas que se encuentran en el subempleo. Para Eduardo Peña, presidente de la CCG, la tasa de desempleo en Guayaquil, que bordea el 40%, es considerada bastante elevada.
“Me alegra saber que las estadísticas de empleo mejoran, pero creo que debemos trabajar en ver cómo reducir el subempleo”, comentó el empresario.