ANÁLISIS| Las nuevas sanciones contra Irán no justifican por sí solas una gran alza en el precio del petróleo. Las restricciones sobre las exportaciones y las finanzas iraníes no están cambiando el equilibrio mundial de oferta y demanda.
Solo una seria escalada militar en el Golfo Pérsico haría eso. Los detalles de un embargo de la Unión Europea (UE) aún deben precisarse y los efectos totales de unas sanciones más duras de la ONU no se sentirán durante un tiempo.
Pero mientras Teherán sentirá el impacto financiero -y el crecimiento de la producción podría verse afectado- es improbable que las exportaciones de 2,5 millones de barriles diarios de petróleo de la República Islámica caigan fuertemente. ¿Pero quién comprará el petróleo de Irán? Se espera que Japón, Corea del Sur y Turquía, que juntos adquieren más de un 30 por ciento de las exportaciones de crudo del país, busquen una excepción a las reglas de Estados Unidos.
Varias refinerías en India, que recibe otro 13 por ciento de las exportaciones de crudo de Teherán, ya manejan sus contratos a través de un banco estatal turco. Probablemente puedan eludir los límites estadounidenses. Y también está China, que ha estado comprando un 22 por ciento de las exportaciones petroleras de Irán.
Los despachos de crudo iraní a la República Popular cayeron en enero a la mitad de su promedio del 2011. Operadores chinos optaron por suministros rusos y vietnamitas, de mayor precio.
Pero esto suena más a una postura para negociar valores más bajos con Irán que a un nuevo respeto por las sanciones estadounidenses.
Al presionar a Irán hoy, China podría aumentar sus posibilidades de conseguir crudo con un gran descuento en unos pocos meses.
Las refinerías europeas podrían pagar más por crudo ruso o iraquí, que son los más cercanos sustitutos del petróleo iraní. Pero eso no tendrá mucho efecto sobre los precios, que ya están cerca de máximos niveles históricos en euros. Y cualquier alza de precios podría durar poco, si acelerara una recaída en la recesión.
Las sanciones podrían no cambiar mucho el suministro mundial de petróleo, pero la tensión política y militar que las rodean podrían tener un gran efecto en el humor de los operadores de crudo.
Los comportamientos amenazantes, incluyendo informes el lunes de que Irán ha comenzado a refinar uranio enriquecido, significan que no se puede descartar un conflicto militar.
No obstante, a menos que haya un conflicto, Irán sólo hará que los precios del petróleo se comporten en forma volátil, pero no que suban.