La brecha entre importaciones y exportaciones en el país sigue aumentando y hasta octubre pasado llegó a USD 1 213 millones, según las cifras del Banco Central.
Este desfase entre ventas y compras representa un aumento del 337% en comparación al mismo período de tiempo del 2009. Para entonces, el desequilibrio llegaba a USD 277 millones.
Fiel a la tendencia de los últimos meses, el déficit se explica por la balanza comercial no petrolera. Las cifras del ex instituto emisor muestran que las importaciones de bienes de consumo, capital y materias primas superan ampliamente a las ventas.
El otro lado de la moneda es la balanza comercial petrolera. En ese campo, el Ecuador ha recaudado más ingresos por la venta de petróleo y sus derivados. De hecho, pasó de USD 5 477 millones de enero a octubre del 2009 a USD 7 818 millones en el mismo período del año 2010, producto de los mejores precios.
Sin embargo, los números del Banco Central muestran que se ha ido profundizando el déficit comercial, lo cual en la práctica significa que están saliendo más dólares de los que entran al país.
Al menos existen dos factores estructurales que conducen a este desequilibrio, según Mauricio Pozo, ex ministro de Economía. Uno es que, a diferencia de sus vecinos, Ecuador se ha visto imposibilitado de suscribir acuerdos comerciales que amplíen los mercados a sus productos.
De hecho, el país aún no ha logrado dar pasos certeros con miras a concretar un tratado comercial con EE.UU. Y todavía no logra convencer a la Unión Europea que vuelva a la mesa de negociaciones. En este último caso, el viceministro de Comercio, Francisco Rivadeneira, anunció que hasta finales de este año enviará al bloque europeo la información que requiere sobre temas sensibles, relacionados con compras públicas y servicios.
El segundo factor tiene que ver con el excesivo gasto público, el cual está presionando las compras al exterior. Según Pozo, desde el Gobierno se ha incentivado la compra de bienes que no necesariamente participan en el proceso productivo como los equipos de transporte o importaciones para el sector petrolero.
Según el Central, las importaciones de bienes de consumo representan el 22% y se han incrementado 34% hasta octubre.
Aunque la salida para reducir las importaciones, según Pozo, sería una reducción del gasto público, desde el Gobierno se apunta a una restricción focalizada de ciertos bienes.
Nathalie Cely, ministra de la Producción, ya mencionó que una alternativa es aplicar salvaguardias a la importación de autos de entre 1 500 y 3 000 centímetros cúbicos. En carpeta todavía hay otras opciones que aún no han sido anunciadas de manera oficial y que están en análisis.
Se prevé que las autoridades comunicarán la próxima semana las medidas que se aplicarán a partir de enero del 2011 para reducir la brecha comercial.