La agencia de calificación financiera Standard & Poor’s (S&P) degradó la nota de Francia, la segunda economía de la Eurozona, en un escalón, a AA+, informaron este viernes fuentes diplomáticas europeas, y dejaron sin cambios la de Alemania, Holanda o Luxemburgo.
“Francia perdió su triple A”, subrayó esta fuente que pidió el anonimato.
Otra fuente indicó a la AFP que la nota de solvencia de Francia fue rebajada en un escalón, a AA+.
Alemania, Luxemburgo y Holanda, que también tienen la máxima calificación crediticia de su deuda soberana, salieron indemnes.
Pero “otros países (que tenían esa calificación) pueden correr la misma suerte”, dijo la fuente, sin precisar cuáles. Francia gozaba la máxima calificación en la Eurozona junto a cinco países: Alemania, Luxemburgo, Holanda, Austria y Finlandia.
“El gobierno (ndlr: francés) ya fue informado”, destacó. La noticia corrió este viernes como reguero de pólvora, aunque la Bolsa de París cerró con un ligero repliegue de 0,11%.
El euro por su parte, caía a 1,2638 dólares, marcando su nivel más bajo en 16 meses.
S&P había advertido a mediados de diciembre que podría rebajar rápidamente la nota de 15 países de los 17 que adoptaron el euro como moneda, incluyendo Francia, aduciendo la degradación de la crisis de la deuda y las lúgubres perspectivas para la Eurozona.
La agencia calificadora aún se mantenía muda sobre estas informaciones.
Un cambio en la nota francesa puede tener un efecto dominó en la Eurozona y afectar algunos de sus principales cortafuegos, como el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que tenía la mejor calificación sostenido sobre todo por las notas de Alemania y Francia, las dos primeras economías de la Unión Monetaria.
Además una noticia de ese tipo suele provocar una reacción en cadena de los inversores que salen a los mercados a vender bonos de los países afectados, provocando un aumento de sus primas de riesgo.
Y sobre todo puede tener un efecto devastador en países como España, cuya prima de riesgo, el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán a diez años y el equivalente español, ha sido contenida en varios momentos estos últimos meses por masivas intervenciones del Banco Central Europeo (BCE).
A mediados de diciembre, la agencia Moody’s degradó en dos escalones la nota de la deuda de Bélgica a “Aa3”, aduciendo un deterioro en las condiciones para el financiamiento de los países de la zona euro.