En Iberoamérica, los riesgos laborales afectan de manera diferente a mujeres y hombres. Sin embargo, la perspectiva masculina ha dominado históricamente la gestión de la seguridad y salud en el trabajo (SST). Así se ignora las necesidades específicas de las trabajadoras.
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Riesgos laborales subestimados
La OIT y la OISS advierten que los riesgos laborales en sectores femeninos, como los cuidados y el trabajo doméstico, han sido subestimados. Estas áreas, mayoritariamente ocupadas por mujeres, enfrentan mayores déficits de empleo decente y un alto riesgo de problemas psicosociales y ergonómicos.
Problemas críticos en la protección laboral
La falta de equipos de protección adaptados a la anatomía femenina es una muestra clara de esta brecha. Esta carencia incrementa la vulnerabilidad de las mujeres frente a accidentes laborales, destacando la urgencia de un cambio.
“Las mujeres enfrentan retos particulares en el mundo del trabajo, derivados tanto de desigualdades estructurales como de sesgos de género en la gestión de la seguridad y salud en el trabajo”,sostuvo la directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Ana Virgínia Moreira.
Agregó que, para asegurar entornos laborales seguros, es imprescindible una gestión que integre de manera transversal la perspectiva de género, garantizando que las diferencias entre mujeres y hombres sean adecuadamente reconocidas y abordadas.
La perspectiva de género como solución en riesgos laborales
La OIT subraya que una gestión de riesgos integradora es esencial para reducir las desigualdades.
Las recomendaciones incluyen formación en igualdad de género, mayor representación femenina en comités laborales, medidas contra la violencia y el acoso, y protocolos de conciliación entre vida personal y laboral.
Integrar la perspectiva de género en la seguridad laboral no solo es justo, sino imprescindible para garantizar condiciones dignas para todos los trabajadores.
Reconocer las diferencias biológicas, sociales y culturales es el primer paso hacia entornos laborales inclusivos.
Es hora de actualizar las políticas de SST. Solo así se eliminarán las brechas de género y se promoverán mejores condiciones laborales en Iberoamérica.