Reserva Federal estadounidense degrada previsiones económicas

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos revisó netamente a la baja sus previsiones económicas, con un crecimiento que debería situarse por debajo de 3% este año, al tiempo que dejó sus opciones abiertas, luego de mantener sin cambios su política monetaria.

Los participantes en la reunión de política monetaria en Washington situaron entre 2,7% y 2,9% el crecimiento de la economía en cifras anualizadas en el cuarto trimestre. A fines de abril, la estimación era entre 3,1% y 3,3%.

"La reactivación económica continúa a un ritmo moderado, aunque levemente más lento que lo que el Comité preveía", destaca el Comité de política monetaria (FOMC) , en un comunicado publicado al término de una reunión de dos días en Washington.

"Por otra parte, los recientes indicadores en el mercado laboral fueron más débiles que lo anticipado", agrega. En efecto, el desempleo aumentó a 9,1% en mayo.

La tasa de desempleo se situará según las proyecciones de la Fed entre 8,6% y 8,9% en promedio en el cuarto trimestre, mientras que dos meses atrás se estimaba entre 8,4% y 8,7%. Esa tasa de desempleo subió a 9,1% en mayo.

"El ritmo más lento de la reactivación refleja en parte factores que serán probablemente temporarios, principalmente el efecto negativo del alza de los precios alimentarios y de las materias primas sobre el poder de compra y los gastos de los consumidores, así como las perturbaciones de la cadena de aprovisionamiento asociados a los trágicos eventos en Japón", por el sismo del 11 de marzo, subraya la Fed.

Las proyecciones de inflación también fueron revisadas: se proyecta entre 2,3% y 2,5% en cifras anualizadas, y entre 1,5% y 1,8% excluyendo energía y alimentación. Estas previsiones superan las cifras estimadas en abril, en 0,2 a 0,3 puntos porcentuales.

Este punto de vista justificó el mantenimiento del statu quo en la política monetaria.

La Fed decidió mantener su política monetaria sin cambios, con una tasa directriz de interés que debería permanecer cercana a cero (0 a 0,25%) todavía "durante un largo período".

Tampoco hubo cambios en relación a la utilización de otros instrumentos de estímulo al crédito y a la actividad económica.

Como se esperaba, la Fed mantuvo la expiración al 30 de junio de su programa de recompra de bonos de deuda del Tesoro por 600.000 millones de dólares lanzado en noviembre.

Cuando los bonos que detenta lleguen a su madurez, la Fed continuará su política de reinvertir el capital principal, como modo de mantener constante el nivel de liquidez inyectada en el sistema financiero estadounidense.

Cada vez más intervencionista en el sistema financiero y en función de la crisis económica, la Fed hoy administra una enorme cartera de más de 2,600 billones (millones de millones) de dólares en títulos financieros.

El contenido del comunicado -en gran parte anticipado- provocó escasas reacciones en los mercados. Tanto el dólar como Wall Street se mantuvieron estables inmediatamente después de los anuncios.

En la conferencia de prensa brindada luego de publicar las previsiones, el presidente de la Fed, Ben Bernake excluyó cambiar su discurso sobre la política monetaria, aunque empeore la coyuntura, si la inflación se mantiene baja.

"Si la economía empeora y la inflación se mantiene relativamente baja, no comenzaremos a salir" de la política monetaria actual, y en consecuencia "no cambiaremos el lenguaje", afirmó. En caso de que eso ocurra "el mantenimiento de las tasas bajas será más largo", adelantó, aunque rehusó fijar un plazo para ello.

Además, la Fed está lista para adoptar "medidas adicionales" de apoyo al crédito y a la economía si fueran necesarias, agregó Bernanke.

El jefe del banco central advirtió que una de las principales incógnitas es la evolución de la crisis en Grecia. "Si no se logra resolver la situación, ello podría amenazar el sistema financiero europeo, el sistema financiero global e incluso la unidad política europea", afirmó. 

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