El plan de expansión de la firma República del Cacao empezó a lo grande.
Hace seis meses, Confiteca, dueña de esta marca premium de chocolate fino de aroma, decidió finiquitar una alianza estratégica con el grupo empresarial francés Bogran.
Fue así como las acciones se dividieron en dos, la mitad para Confiteca, que maneja el negocio B2C (Business to Consumer), a través de las tiendas retail donde se oferta el chocolate gourmet y la otra para los franceses, quienes manejan el negocio B2B (Business to Business) para el desarrollo y venta del cacao fino de aroma en grandes volúmenes.
En este último caso, los europeos ya han levantado la plataforma para empezar a vender el producto a los mercados de Asia, Oriente Medio y Europa.
En el caso de los retails, el proceso de expansión también arrancó con fuerza desde el año pasado y los frutos ya se ven: el 3 de diciembre del 2013 se abrió la primera tienda en el exterior, en el aeropuerto de Lima. Para marzo se prevé abrir una isla en el aeropuerto de Bogotá y en mayo se inaugurará una tienda en plena Plaza de Armas en el Cusco. A ello se suman los 11 locales que existen en Ecuador.
Carmen Castro, country mánager de República de Cacao en Perú, explicó que luego de participar en un proceso de licitación que duró año y medio, finalmente se abrió el local de 55 metros cuadrados en una extensión del aeropuerto de Lima, en el mezzanine público del segundo piso de la terminal.
Por ese aeropuerto transitan alrededor de 15 millones de personas al año y, en estas primeras semanas, la aceptación ha sido buena. Aunque no especifica inversiones, Castro dijo que son “altísimas pero que son oportunidades que no se pueden desaprovechar”. En ese local trabajan ocho personas.
Para la isla, que se abrirá en Bogotá, República del Cacao tuvo que esperar más tiempo, porque su primera propuesta de ingresar fracasó. Hace un año y medio fueron invitados nuevamente y esta vez fueron aceptados. Todo está listo para abrir una isla en una nueva sala de preembarque del sitio.
Finalmente, en el Cusco, las negociaciones con un lugareño ya se concretaron, por lo que la marca contará desde mayo con un local en una casa tradicional en pleno corazón de esa ciudad histórica y turística.
Según explicó Castro, “lo que vendemos como marca es un viaje hacia el origen. El momento en que un cliente entra a nuestros locales se transporta a nuestras plantaciones, donde se usan materiales como la paja, el bambú, el yute, entre otros Todo se recrea, es como si los centros de acopio del cacao estuvieran en nuestros retails”.
Esta empresa, en el 2007, lanzó sus primeras barras de chocolate en la principal feria de ‘snacks’ en Alemania. Impresionó al equipo la reputación del chocolate ecuatoriano entre potencias de este producto como Suiza, Francia y otros países. Por eso, sus directivos estaban seguros de que el éxito del producto dependía del control que hiciera República del Cacao a toda la cadena de valor.
Para ello establecieron alianzas con unos 1 800 finqueros de las provincias de Los Ríos, Manabí, entre otras. De hecho, un porcentaje de la utilidad que dejan las barras de chocolate se destina para proyectos que ayuden a mejorar la productividad de los agricultores.