El Gobierno cree que la renovación de la Ley de Preferencias Arancelarias (Atpdea) puede concretarse hasta fin de año, pero también sabe que puede demorar más.
Por ello, admite que es factible que el Congreso de EE.UU. deje el tratamiento del tema para inicios del próximo año, entre enero o febrero, como ocurrió en el 2001.
“Simplemente parecería que quedó para finales de año o para inicios del próximo”, señaló ayer Francisco Rivadeneira, viceministro de Comercio Exterior.
Sin embargo, el funcionario precisó que la postergación de la ampliación de la Atpdea para inicios del 2011 no es sinónimo de que el beneficio esté en riesgo.
Al contrario, reiteró que durante los cabildeos ecuatorianos en Washington se encontró receptividad de republicanos y demócratas para extender la Atpdea.
De ahí que el Gobierno sostiene que el 71% de las exportaciones ecuatorianas al mercado de EE.UU. seguirán con el beneficio hasta el 31 de diciembre del 2011. La Atpdea, que también incluye a Colombia y Perú, vencerá el 31 de diciembre próximo.
A pesar del optimismo del Gobierno para la renovación de las preferencias, el pronunciamiento de Rivadeneira también confirmó que el tema no es prioridad en la agenda legislativa estadounidense de fin de año. “Es lamentable la decisión del Congreso de no haberle dado la importancia suficiente a este tema como para tratarlo de manera inmediata”.
De hecho, según un reporte del portal de Portafolio de Colombia, la aprobación de la Atpdea este año tiene al tiempo como su principal adversario.
Entre otras razones, porque los representantes y senadores ya están en sesiones extraordinarias para concluir su labor el día 18.
En efecto, Gabriel Silva, embajador colombiano en Washington, señaló que la “congestionada” agenda legislativa ha retardado la renovación de las preferencias. Impuestos, presupuesto, deuda y hasta acuerdo nuclear con Rusia son parte del debate.
Por eso, todo apunta a que la renovación de las preferencias para los países andinos sería el primer trimestre del 2011. En ese caso, el viceministro Rivadeneira reconoció que hasta que llegue la ampliación desde EE.UU. los exportadores ecuatorianos deberán pagar la carga arancelaria.
Sin embargo, una vez que la Ley sea aprobada en el Capitolio, los pagos por concepto de aranceles serán devueltos por EE.UU. a los sectores afectados.
¿Qué pasará si finalmente Washington decide no renovar las preferencias? El Gobierno reiteró que la salida sería compensar temporalmente a los afectados