Luego de dos años de firmado el contrato para la explotación de Mirador entre la empresa china Ecuacorriente (Ecsa) y el Estado ecuatoriano, la parroquia de Tundayme en Zamora, donde se ubica el proyecto, aún carece de servicios básicos como agua potable y alcantarillado.
Esto contrasta con los permanentes ofrecimientos del Gobierno, respecto a que las poblaciones directamente afectadas por los proyectos extractivos tendrían prioridad para la entrega de obras de desarrollo y compensación.
Pese a que Ecsa entregó los primeros USD 40 millones en regalías anticipadas en diciembre del 2012, la vía principal de acceso de Tundayme no es pavimentada, solo es lastrada. Durante la actual temporada de lluvias se forman baches de hasta un metro de diámetro que llenan de agua ocre.
Del mismo color es el agua entubada que reciben para su uso diario los 736 habitantes que viven en esta parroquia del cantón El Pangui. Es el único líquido que provee el lavabo del Centro de Salud del poblado.
Por ello, la principal enfermedad es la parasitosis, contó la odontóloga Carla Contreras, cuencana que realiza su año de rural en el lugar.
Allí solía atender un médico general todos los días, pero concluyó su año de medicina rural por lo que hace un par de meses dejó el lugar. Por esto, un médico de una la población cercana llega para dar atención solo los miércoles y viernes.
Además de la vía principal, las aceras de Tundayme se encuentran deterioradas. Están cuarteadas, con piedras, tierra y hierba mala.
En las esquinas de las calles se acumula la basura y las viviendas del centro del poblado -de bloque visto y vigas expuestas en los techos- muestran su pintura desgastada.
El presidente de la Junta Parroquial de Tundayme, Flavio Muñoz, indicó que se ha gestionado con el Gobierno la dotación de agua potable y alcantarillado desde hace dos años.
Sin embargo, este pedido continúa en estudios. Muñoz destacó que el año pasado los estudios fueron contratados por la empresa pública Ecuador Estratégico que ha ofrecido entregarlos en próximos días.
De ahí, la puesta en marcha de la obra no tardará menos de diez meses, dice Muñoz.
El Ministerio de Recursos No Renovables informó que tanto las obras de alcantarillado como agua potable para Tundayme están incluidas en la planificación 2014, lo cual significa que se iniciarán este año.
La población de Tundayme se dedica a tres actividades: la agricultura, la explotación artesanal de oro o trabajar para Ecsa en el proyecto de cobre.
Muñoz explica que más de 200 pobladores trabajan en Mirador, en el desbroce de vegetación, albañilería y carpintería.
Advierte que otra de las importantes deficiencias de la parroquia es la educación.
La directora encargada de la Unidad Educativa Jaime Roldós de Tundayme, Fanny Ochoa, indica que cuentan con 201 alumnos del primero de básica hasta el segundo curso de bachillerato. Sin embargo, solo disponen de un profesor por cada dos cursos. De igual manera, cada aula deben compartirla dos grados diferentes.
La infraestructura del lugar también es deficiente. Las clases están cubiertas por techos de zinc oxidados. Pupitres viejos se acumulan alrededor de la cancha principal y los juegos infantiles como los columpios están oxidados y despintados.
Muñoz dijo que el Gobierno central ofreció que la parroquia se convertiría en una Comunidad del Milenio y que comenzaron con los estudios de prefactibilidad pero no han escuchado nada sobre su avance.
El Ministerio de Recursos No Renovables confirmó que se están realizando estos estudios sin dar más detalles.
Añadió que Ecuador Estratégico concluyó con el 100% de la nueva sede de la Junta Parroquial. No obstante, el director de Planificación de la Junta Parroquial, Cristian Medoza, dijo que tuvo cinco meses de retraso por problemas en la estructura y que aún no tiene el medidor de luz por lo que no puede ser utilizada.
Otra obra inconclusa es la Unidad de Policía Comunitaria. Esta se ha venido construyendo durante tres años, según Muñoz, y actualmente está parada por falta de presupuesto.
La única obra que ha concluido es el puente de 800 metros sobre el río Zamora que permite el acceso a la parroquia. Este sin embargo aún no ha sido inaugurado y tuvo varios meses de retraso según Muñoz.