6 reformas complican las finanzas de dos fondos del Seguro Social

En los corredores del Hospital Carlos Andrade Marín del IESS, en Quito, varios afiliados esperan ser atendidos en el área de Consulta Externa. Patricio Terán  / EL COMERCIO

En los corredores del Hospital Carlos Andrade Marín del IESS, en Quito, varios afiliados esperan ser atendidos en el área de Consulta Externa. Patricio Terán / EL COMERCIO

La incorporación de más afiliados, sin sustento técnico, agrava la situación financiera del seguro de salud y, a futuro, también la del seguro de pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

La afiliada Lucía Vásconez llevó en noviembre pasado a su hija, Camila Gavilanes, de 8 años, al dispensario de salud del IESS del Mayorista, en el sur de Quito, para tratar una amigdalitis. "Mi hija tenía fiebre, ingresó por emergencia y la atendieron rápido", dijo.

La atención de la pequeña fue posible porque en el 2010 la Asamblea extendió, sin costo, los servicios de salud a los hijos de los asegurados menores de 18 años, vía reforma a la Ley de Seguridad Social. Antes, el seguro solo cubría a los hijos de los afiliados de hasta 6 años de edad. La reforma, no obstante, deteriora el fondo de salud.

El seguro de salud, que cubre la atención médica de afiliados y jubilados, tradicionalmente se caracterizaba por tener un excedente de recursos, que eran invertidos a través del Banco del IESS. Pero desde el 2011, la cuenta que permite cubrir las atenciones médicas comenzó a registrar números rojos con un faltante de USD 288 millones, una situación que aún no ha sido superada.

Los cónyuges de los afiliados también fueron incorporados a la cobertura de salud del IESS en los últimos tres años.

Ellos acceden a este servicio con un aporte mensual del 3,41%, que es descontado del salario del afiliado, menor al requerido para cubrir la salud del propio asegurado (5,71%).

La incorporación de más afiliados aumentó los ingresos del IESS, pero no ha sido suficiente para mejorar la situación del seguro de salud.

En marzo del 2013, un informe actuarial del IESS con corte al 2010 señalaba que la cobertura a la nueva población deterioraba el fondo de salud. Advertía que esta cuenta sufriría un déficit actuarial (faltante de recursos) en los próximos seis años, de USD 2 613,1 millones.

Otros cambios legales también afectaron al fondo de pensiones. En agosto del 2010, la Asamblea reformó la Ley de Seguridad Social y aumentó las pensiones jubilares en porcentajes que oscilaron entre 4,31 y 16,16%. Antes, las alzas se calcu­laba con base en la inflación.

Esto, según el informe actuarial, no es sostenible, por lo que sugirió eliminarla, caso contrario el déficit actuarial en pensiones pasaría de USD 5 142 millones a 11 224 millones en el año 2050.

En diciembre pasado, tres decisiones del IESS generaron nuevas presiones a estos dos fondos, según expertos.

El Directorio de la entidad resolvió flexibilizar la afiliación voluntaria para quienes no trabajan. Con ello, ya no se requieren exámenes médicos y se quitó el límite de edad.

También fijó que los afiliados aportarán el 0,10% sobre su salario para cubrir las prestaciones para personas con capacidades especiales. Y amplió la cobertura de salud a los hijos de los afiliados de entre 18 y 25 años, aportando el 1,32% del salario del asegurado. Esto último fue el único cambio que contó con estudios actuariales.

Manuel Vivanco, exrepresentante de los empleadores al Directorio del IESS, cree que la afiliación voluntaria atraerá a población con enfermedades catastróficas. "Si antes ya había problemas, la nueva carga podría hacer el hueco financiero mayor. Hacen falta estudios".

La eliminación del límite de edad para la afiliación voluntaria, dice, atraerá a personas mayores de 60 años que, en el largo plazo, generarán una nueva carga para el fondo de pensiones, dice Vivanco.

Marco Morales, exdirector del IESS, señala que la universalización de la seguridad social es positiva, pero cree que el Estado debería aportar. La Ley de Seguridad Social lo obliga a cubrir la atención de salud a jubilados y enfermedades catastróficas, pero el Estado no ha pagado estos valores al IESS, que al cierre del 2013 ya bordearía USD 1 300 millones, según fuentes del IESS. Este Diario solicitó entrevistas a las autoridades del IESS sobre el tema, pero no recibió una respuesta.

En contexto. En los últimos cinco años la población bajo la cobertura del Seguro Social prácticamente se ha triplicado, al pasar de 2,6 millones de personas en el 2008 a 8 millones al cierre del 2013. Es decir, el IESS da cobertura de salud a más de la mitad de la población ecuatoriana, que suma actualmente 15,9 millones.

Posibles soluciones al déficit

  • Ampliar la edad de jubilación a 65 años de manera progresiva.
  • Aumentar el aporte al fondo de pensiones del 9,74 al 17,82%.
  • Reformular alza de pensión. Eliminación de la actual fórmula.
  • Aumentar el aporte para cubrir a los menores de 18 años.

Los seis cambios en la normativa

  • Hijos menores de 18 años. Se amplió sin costo para el afiliado.
  • Cónyuges. Lo cubre el asegurado pagando el 3,41% sobre su salario.
  • Alza anual de pensiones. Entre el 4,31% y 16,19% desde el 2010.
  • Voluntarios. Aporte del 20,5% sobre el salario ­básico.
  • Hijos de 18 a 25 años. Aporte del 1,32% sobre el salario del afiliado.
  • Personas con capacidades especiales. Todos los afiliados aportan.

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