La reforma tributaria llegó hoy a la Asamblea Nacional con carácter de urgente en materia económica. El Gobierno anunció su envío hace dos semanas, pero el proyecto ha ido mutando e incorporando temas que no estaban en la versión original del proyecto.
El nombre oficial del proyecto es Ley de Fomento Ambiental y optimización de los ingresos del Estado, pero su contenido se enfoca básicamente en aumentar la tasa del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), del 2 al 5%, crear un impuesto a los vehículos que contaminan el ambiente, aplicar un impuesto a las botellas de plástico, ampliar el uso de los excedentes petroleros para que el Gobierno central pueda participar de ellos, entre otros puntos.
La Asamblea tiene 30 días para tramitar el proyecto de Ley, lo cual coincidirá con el tratamiento de la Pro forma Presupuestaria para el 2012, que deberá enviarse a la Asamblea hasta el próximo lunes.
El sector productivo del país ha rechazado el aumento de tributos, con el argumento de que aumentará los costos en las empresas y, por ende, los precios de venta al público.
El ISD limita la competitividad de la economía y es un desincentivo para la producción en el país, al encarecer las materias primas y los bienes de capital importados.
Un impuesto a la importación de este tipo de bienes genera costos de producción adicionales, restando competitividad y productividad a las industrias, señaló el vicepresidente Ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción, Bernardo Acosta, quien añadió que entre enero y agosto de 2011 el sector productivo ha tenido que cancelar USD 132 millones por concepto de ISD correspondiente a materias primas y bienes de capital, los que se espera asciendan a USD 200 millones hasta finalizar el año.
Para el Gobierno, este aumento en el ISD es de “vital importancia”, ya que el país no tiene moneda propia y es necesario que “los grandes empresarios o las personas de mayor posición económica no saquen en grandes cantidades el dinero afuera del país”, justificó el Ejecutivo en la exposición de motivos del proyecto de Ley.
El presidente de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), Blasco Peñaherrera Solah, calificó hoy como un zarpazo más a la economía de los ecuatorianos a la nueva Reforma Tributaria, la cual servirá para “seguir financiando un presupuesto gigantesco que ha devorado las esperanzas no solamente del sector productivo nacional sino de su clase media que hoy día se debate en el desempleo, que es el peor mal que se le puede acertar a una sociedad, consiguiendo que nuestro país ni se transforme ni avance.
En la propuesta del Gobierno, el sector productivo podrá utilizar como crédito tributario, por tres años, los pagos del 5% del ISD que realice en la importación de materias primas y bienes de capital.
Sin embargo, Acosta dijo que extender el plazo de crédito tributario por tres años no es la solución. “Es indispensable que las compras de materias primas y bienes de capital en el exterior sean exentas del pago del ISD, para no afectar la competitividad y la productividad de la industria nacional.
Actualmente existe la posibilidad de crédito tributario por un año para las importaciones de materias primas y bienes de capital que mantienen 0% de arancel; sin embargo, este mecanismo afecta directamente la liquidez empresarial, puesto que los empresarios no pueden hacer uso de este dinero sino hasta que el crédito tributario se hago efectivo”.