El presidente electo del gobierno español, Mariano Rajoy, anunció hoy en el debate de investidura en la Cámara de Diputados un duro programa de austeridad, con recortes en prácticamente todos los ámbitos para reducir el elevado déficit fiscal pero sin afectar los ingresos de los pensionistas.
El único aumento de gasto anunciado fue la actualización del poder adquisitivo de las pensiones de los 8 millones de jubilados a partir del 1 de enero después de haber sido congeladas por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero el año pasado.
“El único compromiso de aumento de gasto que escucharán hoy es la actualización del poder adquisitivo de las pensiones”, subrayó el líder del conservador Partido Popular (PP), tras asegurar que recortará el déficit público en 2012 en 16 500 millones de euros, conforme al compromiso pactado por España con la Comisión Europea.
Con el objetivo de reducir el déficit público, de un 9,3 por ciento del producto interior bruto (PIB) a fines de 2010 a un 4,4 por ciento al cierre de 2012, Rajoy anunció como primera ley económica de su gobierno la presentación, en enero, de una Ley de Estabilidad Presupuestaria. En esta ley se incorporará un límite del 0,4 por ciento para el déficit estructural global máximo del conjunto de las administraciones públicas a partir de 2020.
Para ello acometerá una “profunda reforma administrativa que permita eliminar deficiencias y duplicidades”, bloqueará el empleo público y llevará a cabo un “redimensionamiento del sector público”, que incluirá a los canales de televisión de los gobiernos regionales.
Asimismo, se comprometió a adoptar los criterios necesarios para que la deuda pública española se reduzca progresivamente, del 69 por ciento del producto interior bruto (PIB) en la actualidad al 60 por ciento en 2020, el límite máximo establecido por la Comisión Europea.
Rajoy además anunció la supresión de las prejubilaciones “salvo en circunstancias muy excepcionales” y una “racionalización del calendario laboral”, trasladando al lunes más cercano las fiestas “excepto las de más arraigo social”, para eliminar los ‘puentes’ festivos debido a los costes que éstos tienen para la economía.
En su discurso de presentación del programa del gobierno que asumirá este miércoles, Rajoy destacó como tarea prioritaria reducir el elevado desempleo. “No descansaré hasta lograr el objetivo fundamental” de crear empleos, prometió el futuro jefe de gobierno, tras señalar que el desempleo ya afecta a 5,4 millones de personas, o sea, casi el 23 por ciento de la población activa, y un desempleo juvenil de un 48 por ciento, las cifras más alta de la Unión Europea.
“Siento una especial inquietud por los jóvenes. No estoy dispuesto a aceptar que haya una generación que pueda perderse porque encuentra cerrada todas las puertas”, declaró Rajoy, quien anunció un aumento de los incentivos en la contratación de jóvenes.
Su primera prioridad, afirmó Rajoy al comenzar su discurso, es “detener la sangría del paro (desocupación), estimular al crecimiento y acelerar el regreso de la creación de empleo”.
El líder del PP confirmó su reforma laboral anunciada en campaña para crear empleo así como la culminación del proceso de saneamiento del sector financiero con más fusiones de entidades bancarias.
Como otra gran prioridad de su gobierno, el hasta ahora líder opositor insistió en la necesidad de impulsar una reforma estructural económica para que la economía española, actualmente estancada, sea más flexible y más competitiva.
El próximo presidente del gobierno español también apuntó la necesidad de llevar a cabo una nueva reforma estructural del sector financiero, con más fusiones y la creación de un “banco malo” que compre los activos inmobiliarios tóxicos de la banca privada. Rajoy admitió que el panorara económico de España y sus perspectivas inmediatas “no son nada halagüeñas y no pueden ser más sombrías”.
Por esta razón, invitó a todas las fuerzas representadas en el Parlamento a un “diálogo abierto y transparente” para hacer frente conjuntamente a la peor crisis que vive el país en los últimos 35 años.