La ministra de Finanzas, María Elsa Viteri, ha viajado varias veces a China para negociar el financiamiento del 80% para la construcción del proyecto hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair, que requiere de USD 2 000 millones. Hasta el momento no hay un acuerdo y el Presidente puso plazo hasta el próximo lunes para definir la participación china.
Lo mismo ha ocurrido con Rusia, pese al anuncio del éxito del viaje a ese país, donde participaron autoridades del Gobierno y empresarios. Cinco meses después de esa visita no se registra una inyección de recursos.
En las últimas semanas, el vicepresidente Lenín Moreno aseguró que el Gobierno iraní participará en la construcción de tres centrales hidroeléctricas. El acuerdo fue cerrado, según el funcionario, pero no se ha especificado desde cuándo y los montos de esas obras. También enfatizó en el interés iraní en proyectos del agro y automotriz.
En Europa, los países que usualmente han apoyado son Francia y Alemania, con líneas de crédito para obras de producción y agrícolas. Tras la crisis económica mundial, estas economías han recortado el apoyo mundial. Sin embargo, actualmente aprueban préstamos pequeños no reembolsables para fines de asistencia social y a través de sus organismos técnicos de apoyo. Eso sí, exigen condiciones de cumplimiento.
En la región, Venezuela ha sido el más cercano aliado del Gobierno. Ecuador trabaja en el desarrollo de obras conjuntas con los venezolanos, pero las inversiones suponen también una contrapartida nacional.
Por su lado, las endebles relaciones con Colombia y Perú, los vecinos no hacen prever que sean posibles fuentes de financiamiento para Ecuador. Y de la misma forma con EE.UU., cuyas relaciones se han mantenido en el plano de la diplomacia y muy poco en el apoyo económico.