¿Cómo programar la compra del auto?
Luisa Molina está interesada en acceder a un plan de compras programadas, para adquirir un auto.
A ella le entregaron su casa hace dos años, pero como el nuevo domicilio estaba distante de la urbe porteña, donde trabaja, la falta de vehículo propio fue un problema.
Luisa y su esposo tenían en mente realizar un préstamo para reunir la cuota de entrada del auto y pagar la diferencia al tiempo máximo (60 meses). Pero las condiciones crediticias en los bancos comenzaron a cambiar.
Hace un mes, la cuota de entrada subió y el plazo de pago se acortó. Por ende, los pagos mensuales subieron en comparación a la cotización previa que hicieron en un concesionario.
El cambio coincidió con la aprobación en primer debate de la Ley de Regulación de Créditos para Vivienda y Autos, en la Asamblea Nacional. Entre otras cosas se dispone que si el cliente no puede pagar la deuda, con la entrega del bien la deja saldada, sin que se permita la incautación de otros bienes. Esta Ley ya fue aprobada el jueves pasado.
Ante esta coyuntura, las firmas de compra programada esperan ‘atrapar’ más clientes. En Ecuador, el 5% de las ventas de carros se realizan bajo este esquema.
Julián Vanegas, director nacional de Comercialización de Casa Plan-Motor Plan, explicó los beneficios de este tipo de programa: el precio del carro y la cuota mensual de pago quedan congelados, no se requiere pagar entrada, sino una cuota de inscripción; no hay tasas de interés más que 2% anuales por gastos administrativos.
El interesado integra un grupo de personas y debe asistir a las asambleas, donde cada mes entregan dos carros por grupo, según sorteo y por la mayor oferta.
“El objetivo es que este sistema se convierta en una alternativa para todos los que requieran construir patrimonio. Cuando uno programa las cosas puede tener beneficios, el problema está en que nosotros somos inmediatistas”, expresó Vanegas.
Jaime Baquerizo prefirió esperar y el mes pasado recibió de Motor Plan su automóvil. Cuando termine de pagarlo, dice que se inscribirá para tener la casa.
Por este mes, ChevyPlan lanzó una promoción: 10% de descuento en la cuota de inscripción. La oferta se proyecta en los concesionarios de la red Chevrolet.
¿Cómo funciona el plan de compras programadas?
Definición. Es un sistema destinado a la compra de bienes. Consiste en la formación de grupos cerrados de personas naturales o jurídicas que realizan aportes mensuales durante un plazo determinado.
La entrega. Una vez al mes, los grupos se reúnen en asamblea. Ahí se realiza el sorteo para entregar dos carros por cada grupo. Se lo hace frente a un notario, para garantizar la transparencia del proceso.
El esquema. Los diferentes grupos constituyen un fondo común destinado a la adquisición de bienes, los cuales se adjudican mensualmente mediante entrega programada y a través de licitación.
La licitación. Si alguien quisiera acelerar el término de su participación, puede ofertar en sobre cerrado un monto mayor al de las cuotas mensuales. Si no hay oferta mayor gana y le entregan el carro.
Las cuotas. El precio del bien es dividido entre cada uno de los socios, quienes pagan un valor como cuota mensual más un pago único de afiliación y una cuota para cubrir los costos administrativos.
Compromiso de pago. El hecho de que el cliente reciba el carro no significa que deba desentenderse del saldo a pagar. Debe seguir cancelando sus cuotas puntualmente. De ello dependerá otras entregas.
La cuota mensual es calculada en base al precio actual del bien, dividido por el plazo de duración del grupo. Cada grupo está integrado por 140 ó 150 personas, según la empresa a la que se una.
Según la empresa de compra programada, existen montos máximos para participar en el plan. Generalmente, se accede para carros con costos no mayores a USD 40 000 y plazos hasta 72 meses.
Pros y contras de los planes programados
Sin entrada. Puede ingresar al programa sin necesidad de tener una cuota inicial equivalente al 20, 30 ó 40% del valor del carro, como solicita el sistema financiero tradicional. Se acuerda un pago mensual.
A esperar. Nadie le puede asegurar en qué tiempo le entregarán su carro. Si le ofrecen una fecha exacta, le están mintiendo. La entrega depende de algunos factores: pago puntual, sorteo u oferta más alta.
Inscripción. En lugar de una cuota de entrada, debe pagar una inscripción. El monto se fija según el precio del carro. Por un modelo de entre 10 000 y
15 000 dólares, la cuota es de unos USD 800.
Si desiste. Si quiere retirarse antes de tiempo, no recibirá su dinero en un solo pago. Debe esperar que alguien lo reemplace en el grupo al que pertenecía, pero debe seguir pagando hasta que ello ocurra.
Interés. No paga una tasa de interés (la promedio en Ecuador está en 15,20%). Sí debe cancelar 2% anual para cubrir los gastos administrativos en los que incurre la empresa a la que se suscriba.
Ceder derechos. Si quiere recibir su dinero acumulado, al retirarse del plan, puede ceder o vender sus derechos a otra persona. Podría decirle que le pague lo que ha depositado y siga con el plan.
Condiciones. La cuota mensual es fija, no reajustable. La excepción fue cuando el Gobierno anunció la fijación de cupos, por primera vez. Adquiere un modelo del año, sin importar en qué fecha ingresó al plan.
A considerar. Este plan no es indicado para quienes necesitan carro de forma urgente. Hay la posibilidad de que el proceso se alargue. Lo mejor es visualizar la entrega a mediano plazo.
El sistema
Desde la semana del 14 de mayo hasta la del 3 de junio las condiciones crediticias del sector financiero para acceder al auto fueron más rígidas. Las cuotas de entrada del 25% casi desaparecieron y en su lugar se fijaron topes mayores de hasta 50%. El 9 de mayo, una ley que regula estos préstamos fue aprobada en primer debate en la Asamblea.
La oferta de crédito se frenó y las solicitudes de crédito bajaron. Desde la semana pasada, aquellos bancos que endurecieron sus requisitos volvieron a ablandarla y hay más bancos que piden 25% y 30% de entrada. Pero con el allanamiento de la Ley de Hipotecas y Crédito para autos se esperan cambios.
Si ingresa a un plan de compras programadas, sus pagos no estarán registrados en el buró de crédito, porque la empresa que ofrece dicho producto no es regulada por la Superintendencia de Bancos, sino por la Superintendencia de Compañías.
Tres empresas están integradas actualmente a la Asociación de Empresas de Compras Programadas del Ecuador (Aecop): Chevy Plan, Motor Plan y Consorcio Pichincha.
A inicios de los años noventa ingresaron las primeras ofertas bajo este mismo esquema, enfocadas para el sector automotor. Después se diversificó hacia la adquisición de casas, su remodelación y ampliación.
A través de este sistema no solo puede adquirir un carro nuevo, sino usado. Las concesionarias y patios de carros usualmente tienen esta alternativa para sus clientes. A parte de esta opción está la compra al contado y financiado con la banca.
Un cliente no tomó las precauciones
Hace dos años, Javier A. ingresó a un plan de compras programadas de una empresa domiciliada en Ecuador.
Cuando lo hizo había salido de un trabajo estable, es decir, perdió la dependencia laboral. Entonces decidió ser independiente como conductor de taxi ejecutivo.
Tenía ahorrados USD 7 000, que equivalía al 40% del valor total del carro que había elegido.
Una asesora comercial le dijo que con ese monto podría ‘ofertar’ en sobre cerrado desde el primer mes. Así, si su cuota mensual era de USD 256 durante 48 meses, con esa oferta podría bajar la deuda a la mitad.
Es decir, los 7 000 equivalían a 27 meses. Pero en el grupo que integraba (150 personas) siempre había quien ofertaba un monto por encima al de él y, por lo tanto, no podía recibir aún el carro.
Tenía que seguir pagando las mensualidades. Cuando finalmente salió beneficiado con su oferta, 12 meses después, se encontró con una ingrata sorpresa. Según recuerda, le dijeron que para adjudicarse el automotor debía presentar la factura por alguna compra de más de USD
2 000 que haya realizado.
Pero no lo tenía. “A lo mucho tenía facturas por USD 300”, dice.
Ese requisito servía para identificar de dónde provenían sus ingresos, para acceder al crédito, le contestaron en la empresa.
Pero asegura que nunca le anticiparon de este requisito.
Intentó retirarse, pero debía esperar que todos en el grupo al que pertenecía reciban su carro. Y posteriormente, la empresa le devolvería su dinero acumulado, pero en partes, mes a mes, tal como lo había cancelado.
“Me hubiese gustado que las reglas fueran claras desde el principio”, dice. Posteriormente utilizó los 7 000 y compró un carro usado con el que trabajó y de esos ingresos compró otro vehículo, aún pagando los USD 256 en ese plan programado, para no perder el equivalente de USD 8 000.
Dice que esperará que se cumplan los 4 años plazo del ahorro programado. Sugiere a otros conocer bien las condiciones.