Personas ajenas a la empresa pública Petroamazonas se tomaron las instalaciones del bloque petrolero Sacha. Foto: Cortesía Petroamazonas
Los actos de violencia registrados desde el lunes 7 de octubre del 2019 en los campos petroleros Sacha, Auca y Libertador han hecho que el país pierda, hasta este martes 8 de octubre, un 7% de la producción nacional de crudo. A causa de estos disturbios, el bombeo total cayó a 484 157 barriles diarios, según los reportes del 7 de octubre de la Agencia de Regulación Hidrocarburífera (ARCH) y de Petroamazonas.
Antes de estos hechos, la producción nacional de crudo, que incluye las operaciones de la empresa estatal Petroamazonas y de las compañías privadas, superaba los 520 000 barriles por día. Incluso, la semana anterior el Gobierno hizo pública su decisión de salir de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) con el fin de aumentar la explotación petrolera.
El Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables estimaba, la mañana de este martes, que a causa de la toma de instalaciones petroleras por parte de personas ajenas a Petroamazonas y las afectaciones ocasionadas en varias centrales de generación eléctrica de la región Amazónica, la producción de hoy se reduciría en alrededor 165 000 barriles de petróleo por día. Esta cifra equivale al 32% de la producción que se mantenía antes de los disturbios.
Sin embargo, esta cifra pudiera incrementarse debido a que casi al mediodía de este martes se conoció que personal de los campos Oso, Lobo, Mono, Gacela y Payamino, que conforman el bloque petrolero 7, fueron obligados a evacuar debido a la presencia de manifestantes en la zona, además de los problemas de almacenamiento causados por la suspensión de los trabajos en Sacha. En esta última área petrolera también se produjeron nuevos desmanes ayer.
Ante este escenario, se estima que la producción petrolera nacional del 8 de octubre llegue a los niveles que se manejaba a inicios de la década de los 90. Es decir, bordeará los 357 000 barriles diarios, refirió Walter Spurrier, analista económico.
Esto causará un desfase en las finanzas públicas, puesto que el petróleo es una de las principales fuentes de ingresos del país. Considerando una reducción de 165 000 barriles de crudo por día, en promedio, el Estado perderá alrededor USD 8,6 millones diarios por el volumen de petróleo que no se podrá extraer del subsuelo para venderlo en el mercado internacional, mencionó José Xavier Orellana, exviceministro de Comercio Exterior.
En promedio, el precio del barril de crudo West Texas Intermediate (WTI), que sirve de referencia para el crudo de Ecuador, estaba ayer en USD 52,50.
“Esta situación no se puede mantener. El dinero que se recibe por la venta del petróleo es necesario para financiar los gastos del Gobierno”, enfatizó Spurrier.
El Ministerio de Finanzas proyectó a inicios de año ingresos petroleros por USD 2 738 millones como parte del financiamiento del Presupuesto General del Estado.
“Las afectaciones causadas en estos campos termina perjudicando de manera indirecta a todos los ecuatorianos, porque con ellos el Estado financia los servicios públicos”, expresó José Luis Fuentes, catedrático universitario.
Aparte de la pérdida millonaria de recursos que tendrá el Estado ecuatoriano hasta que se solvente esta situación, los desmanes en esta industria estratégica generan no solo incertidumbre sino una imagen negativa en el mercado internacional.
Los campos Sacha y Auca están entre los más productivos del país. En total, de ellos se extraen 154 899 barriles al día. Mientras tanto, de Libertador y del bloque 7 se bombean alrededor de 28 806 barriles diarios.
Para volver a estos niveles, Orellana expresó que primero el Estado deberá recuperar el control de estas áreas petroleras y luego retomar las actividades para volver a producir crudo. Este último proceso demandará de alrededor de dos o tres semanas, según cada tipo de yacimiento.
A diferencia de otras actividades, la extracción de crudo demanda de un proceso especial. Este implica volver a utilizar una maquinaria especial para extraer el petróleo, comentó Orellana.
En el Sistema del Oleoducto Transecuatoriano (Sote) se registraron también disturbios cuando personas ajenas a la operación de esta infraestructura ingresaron la noche del lunes 7 de octubre a las instalaciones de la cabecera del Sote, ubicada en la ciudad de Lago Agrio, provincia de Sucumbíos.
Esto provocó que se paralicen sus operaciones por 2 horas y 20 minutos, lo que generó una pérdida al país de USD 1,7 millones, explicó este martes el Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables.
Por todos estos desmanes Carlos Pérez, ministro de Energía, dio a conocer que hay alrededor de 40 personas detenidas, incluidos políticos que, según el funcionario, fueron los que lideraron estos disturbios.
Entre los detenidos se encuentran Yofre Poma, asambleísta por Sucumbíos; Amado Chávez, prefecto de esa provincia, y siete personas más, informó la Fiscalía General del Estado.
Esas personas están acusadas de paralizar la operación petrolera en Lago Agrio.
La Fiscalía informó que a las 17:00 de ayer (martes) estaba previsto que se inicie la audiencia para formular cargos en contra de los detenidos.