Producción de algodón repunta

La cosecha en el recinto Manantiales.  Los campesinos de  esta comuna de Manabí recogen las bellotas de algodón para La Fabril.

La cosecha en el recinto Manantiales. Los campesinos de esta comuna de Manabí recogen las bellotas de algodón para La Fabril.

Un manto de copos de algodón cubre 100 hectáreas de tierras del recinto Manantiales, entre los cantones Jipijapa y Montecristi, en el sureste de Manabí.

Son los primeros campos algodoneros que existen en la zona. La hacienda de propiedad del Grupo Fabril fue puesta a prueba con el cultivo de algodón, donde se aplica una hormona para mejorar la productividad.

La novedad de este año es la utilización de la hormona del crecimiento conocida como cloruro de mepiquat. Este producto químico inhibe el crecimiento vegetativo de la planta y ayuda en la formación mayor de los frutos (bellotas) del algodón.

“Es una buena tierra y esto marca el renacer del algodón en Manabí y el país”, comentó Esteban Borja, presidente de Funalgodón y asesor del Grupo Fabril.

Los agricultores y empresarios de Manabí y Guayas le apostaron al algodón a pesar de que la siembra empezó casi con la temporada de lluvias, dijo Borja.

Este año se sembraron 2 700 hectáreas, 2 000 más con relación a las 700 del 2011.

“Uno de los objetivos (de la hormona) fue obtener plantas más cortas de entre 80 centímetros hasta un metro de altura, las cuales tienen mejor equilibrio entre la fructificación y el crecimiento vegetativo”, señaló Borja.

El campo algodonero de Manantiales empezó bien. “Se sembró cuando comenzaban las lluvias a inicios de año, los aguaceros fueron muy fuertes y casi no se utilizó el agua de tres pozos que fueron perforados”, señaló Segundo Cedeño, encargado del cultivo.

Manantiales forma parte de una extensa planicie donde los habitantes de 50 recintos viven de la agricultura de ciclo corto.

La vegetación de bosque seco tropical abunda en la zona. Los vientos que provienen del océano Pacífico refrescan las agobiantes jornadas de trabajo, que desde inicios de junio concentran a los jornaleros de medio centenar de poblados en la cosecha de las bellotas de algodón. El termómetro marca los 35 grados centígrados desde las 10:00 hasta las 15:00.

La hormona de crecimiento es aplicada hasta tres veces en el transcurso de los 120 días, tiempo en el cual se desarrolla la planta. “La primera dosis se aplica a los 45 días, cuando la planta empieza a detener su crecimiento vegetativo e inicia la formación de las primeras flores, luego a los 60 y 75 días cuando alcanza los 80 centímetros o el metro de altura. Si existió alta presencia de agua por las lluvias se aplica una cuarta dosis para que no supere los 80 centímetros”, explicó Borja.

Las plantas rociadas con cloruro alcanzan entre rama y rama hasta 4 centímetros de distancia, esas ramas no son gruesas como sucede con las plantas que no son tratadas con la hormona de crecimiento, según el técnico.

El cloruro se utiliza en el mundo desde hace 30 años. En Ecuador, desde hace cinco años, en los cultivos de algodón y en proporciones muy reducidas.

Durante este año solo 1 500 de las 2 700 hectáreas fueron rociadas con la hormona. “Antes se aconsejaba aplicar la hormona cuando la planta llegaba al metro de altura, eso hemos modificando y nos da buenos resultados con plantas que cargan hasta 40 bellotas, antes eran 25 frutos”, contó Alberto Farías, un agricultor del sitio Dos Caminos, ubicado en la vía Rocafuerte Portoviejo.

Farías sembró tres hectáreas de algodón desde febrero.

“La hormona disminuye el crecimiento de la planta. Ya no tenemos plantas sobre el metro de altura que solían doblarse cuando maduraban las bellotas, me ayuda mucho a mejorar la producción, lo único malo este año las fuertes lluvias”.

En los campos algodoneros del cantón Tosagua, en el norte de Manabí, el agricultor Reyes Tobías Loor le puso fe a la hormona reguladora del crecimiento. “Este año sembré seis hectáreas, tres más que en el 2011; apliqué el cloruro y la planta concentró su fuerza de desarrollo en las bellotas. Si el invierno no hubiese sido tan fuerte lograba cosechar hasta 70 quintales por hectárea, pero solo alcanzaré a los 50 quintales”, comentó Loor.

Para alentar a los agricultores en el uso de la hormona reguladora de crecimiento, Funalgodón puso en escena un incentivo.

El recipiente de 200 centímetros cúbicos que alcanza para una hectárea, cuyo costo es de USD 30, tiene un subsidio. Funalgodón pagaba USD 10 por recipiente y el agricultor los 20. “Es una forma de motivar a los agricultores para que sepan que este inhibidor del crecimiento es el futuro para potenciar los cultivos del algodón”, agregó Borja.

Los precios

El  quintal de algodón  se cotiza en USD 35 en la zona.

Funalgodón proyecta    subir a    5 000 hectáreas  de algodón para el 2013,   entre Manabí y Guayas.

La industria textilera   del país consume 25 000 toneladas  al año.  Ecuador producirá en la primera cosecha de este año 2 000 toneladas y 500  en la segunda cosecha en octubre.

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