El cierre de 2024 es una oportunidad ideal para revisar la situación financiera personal y familiar. Reflexionar sobre cómo finalizamos el año nos ayudará a realizar ajustes necesarios para iniciar el Año Nuevo con un enfoque claro en las finanzas. Este paso es clave para construir estabilidad económica y lograr las metas del hogar.
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Más allá de entender conceptos financieros como tasas de interés, inversiones, presupuesto, la educación financiera también implica cambiar hábitos y comportamientos, señaló Miguel Andrés Vergara, coordinador de la Fundación Bienestar.
Aquí le presentamos estrategias claves para organizar las finanzas y mejorar la relación con el dinero en el 2025.
Reflexione sobre tus hábitos financieros
El primer paso es hacer una evaluación de su desempeño financiero en 2024. Pregúntese: ¿Qué tan bien manejé mis ingresos y gastos? ¿Cuánto ahorré? ¿Cómo reaccioné ante gastos imprevistos? Estas preguntas le ayudarán a identificar áreas de mejora en tres aspectos clave: conocimientos financieros, comportamientos y hábitos.
Es esencial reconocer conductas que podrían estar saboteando su situación financiera. Por ejemplo, si el ahorro quedó al final de la lista de prioridades, este es el momento de priorizarlo, señaló Vergara.
Planifique un presupuesto anual y mensual
Un buen presupuesto es la herramienta más poderosa para el manejo del dinero. Divida sus ingresos en fijos (como un salario regular) y variables (como utilidades o bonificaciones).
Esto es especialmente importante porque muchas personas cuentan con ingresos variables, como el décimo tercer sueldo, sin prever que estos pueden ser menores que el año anterior.
Por el lado de los gastos, clasifíquelos en categorías como alimentación, vivienda, entretenimiento, transporte, etc. Luego agregue subcategorías. Por ejemplo, en alimentación, separe los gastos en supermercado, restaurantes, golosinas, etc. Esta segmentación te permitirá identificar en qué áreas puedes recortar.
Hay muchas herramientas gratuitas que le pueden ayudar a realizar un presupuesto personal o familiar.
Llevar un presupuesto familiar puede parecer complicado al inicio, pero una vez que los empiezas a realizarlo es muy útil para organizar la economía familiar.
Cristina y Diego llevan casados nueve años. Pero empezaron a tener un presupuesto mensual formal y bien detallado desde 2017, cuando nació el primero de sus dos hijos.
“Hacemos el presupuesto todos los meses. En un cuaderno registramos todo (ingresos y gastos) del mes, está bien ordenado con fecha y año. Así podemos comparar si tenemos más o menos gastos algún mes y si podemos hacer ajustes”.
La pareja deposita el salario de cada uno en una sola cuenta y de allí se hacen todos los pagos fijos, como arriendo, colegio de los chicos, servicios básicos, alimentación, gasolina, etc. También desde ahí se hacen los pagos variables, como clases extracurriculares, cine, viajes en familia, etc. En esta cuenta también está el ahorro familiar.
En sus cuentas personales solo se quedan con lo asignado mensualmente a cada uno para transporte y alimentación diaria, comentó la pareja.
Cristina y Diego recomiendan realizar un presupuesto familiar porque se pueden tener claro los gastos familiares y saber cuánto pueden ahorrar para metas a largo plazo, como comprarse un departamento. Además, señalan que la confianza en pareja es muy importante, ya que los dos saben cuánto gana y cuánta gasta cada uno.
Uno de los hábitos más relevantes para cambiar es dejar de tratar al ahorro como algo opcional. Asigne un porcentaje fijo de sus ingresos para el ahorro al inicio de cada mes. Si no puede destinar el 10% o 20%, empieza con un porcentaje menor que sea manejable para su situación financiera actual.
Divida el ahorro en dos objetivos:
- Metas a largo plazo. Como un viaje, remodelaciones en casa o la compra de un vehículo.
- Fondo de emergencias. Para gastos imprevistos como problemas de salud o pérdida de empleo.
En el ahorro es primordial involucrar a toda la familia, señaló Vergara. Se puede utilizar alcancías de colores o cuentas separadas: para la casa; para vacaciones; estudios; etc. Esto motiva a los más pequeños y fomenta el hábito del ahorro desde temprana edad, dijo.
Cambios de comportamiento
Las finanzas saludables no solo dependen de buenos cálculos, sino también de cambios conductuales. Por ejemplo, evite hacer compras impulsivas; una estrategia sencilla es ir al supermercado después de haber comido. Además, siempre, lleve una lista de compras para reducir los gastos innecesarios.
Según el Coordinador de la Fundación Bienestar, estas pequeñas acciones no requieren conocimientos avanzados, pero tienen un impacto significativo en la planificación financiera.
Con un presupuesto organizado, el ahorro como prioridad y hábitos más conscientes, se puede empezar el 2025 con una base financiera sólida que permita cumplir objetivos y manejar imprevistos con tranquilidad.
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