Durante los últimos años, varias decisiones adoptadas por el Gobierno han provocado que el acceso al crédito, y por ende la facilidad a endeudarse, sea más flexible, un fuego que ahora trata de apagar con otras decisiones, igualmente contradictorias.
Así, en el 2010, por ejemplo, el Gobierno obligó a la banca privada a repatriar sus reservas desde el exterior. Fueron USD 1 700 millones que en ese tiempo, según argumentó el entonces presidente del directorio del Banco Central, Diego Borja, servirían para distribuirlo entre los ecuatorianos en lugar de que estén en cuentas del extranjero. La banca canalizó ese dinero, efectivamente, a través de más préstamos.
Meses después, el propio Presidente llamó la atención al sistema financiero privado para que coloquen mayor cantidad de créditos. A la par, el Banco del Afiliado (Biess) flexibilizó sus políticas crediticias hasta el punto de financiar el 100% del valor de una vivienda de hasta USD 100 000.
Por su lado, la Junta Bancaria aprobó el mes pasado una resolución que resulta contradictoria, como la gratuidad de la emisión y renovación de tarjetas de crédito y débito. Si bien, por un lado, el Gobierno asegura que con esa medida se desestimula este negocio de la banca, por otro lado, la gente tiene cero barreras para acceder a estos medios de pago.
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Las señales contradictorias siguen. En estos días se decidirán dos leyes vinculadas directamente con el consumo: la de hipotecas y la reformatoria a la Ley de Burós de Información Crediticia.
En el primer caso, los clientes podrán devolver el bien (automóvil o casa) si no pueden pagar la deuda (ver recuadro). En el segundo caso, se plantea, hasta el momento, que el historial crediticio de una persona se conserve solamente por tres años y no por seis como hasta ahora. Sin embargo, soltada la alarma sobre el sobreendeudamiento, las autoridades analizan los alcances de esta Ley que se discutirá en debate definitivo dentro de la Asamblea.
A este escenario hay que añadir una nueva contradicción: ¿hay o no excesivas deudas en el país? Mientras el Presidente en su enlace sabatino señaló claramente que sí, “que hay indicios de sobreendeudamiento en unas 400 000 familias”, ahora sus colaboradores hablan de “expansión del crédito en el sistema”.
El superintendente de Bancos, Pedro Solines, en entrevista para GamaTv, señaló que “no hemos hecho un estudio de sobreendeudamiento, sino de expansión del crédito. Determinamos que en el sector consumo, y especialmente entre la gente cuyos ingresos van desde USD 0 hasta 1 500, si no se toman medidas puede haber sobreendeudameinto. No podemos esperar a que el problema nos reviente”.
La ministra Coordinadora de la Política Económica, Jeannete Sánchez, señala que “la Superintendencia hizo la investigación para monitorear el endeudamiento y ahí alertó lo que el Presidente expresó en el enlace”.