La planta de licuefacción de gas de Bajo Alto ha sufrido daños constantes desde 2012. Foto: cortesía Presidencia de la República
Los gastos por la reparación y las pérdidas en la planta de licuefacción de gas de Bajo Alto equivalen prácticamente al mismo costo que Petroecuador invirtió en su construcción.
La instalación, inaugurada en noviembre del 2011, fue construida por la empresa española Ros Roca Indox, que la operó y le dio mantenimiento hasta el 20 de febrero del 2015. Por ese contrato, la compañía recibió USD 49,2 millones. Luego se firmaron cinco acuerdos complementarios, que suman 9,5 millones.
Pese a su reciente construcción, desde el 2012 empezaron a aparecer distintas fallas en las obras de infraestructura y en los equipos. Estas ocasionaron paralizaciones en la planta con capacidad para 200 TMD, ubicada en El Oro, que provee de gas a industrias de Cuenca, Quito y Guayaquil.
Según un informe de una Comisión integrada por Petroecuador, desde el 2011 hasta diciembre del 20015 se gastaron 16,2 millones en las reparaciones de la planta. Además, se cuantificó en 29,9 millones las pérdidas por lucro cesante, es decir, el dinero que dejó de percibir por la venta de gas. Los dos rubros suman 46,1 millones. Estos costos no incluyen el valor de la remediación integral de las áreas mecánica, eléctrica, civil y de instrumentación. Ese monto será establecido por la empresa Worley Parsons, que lidera la fiscalización y remediación de la planta y tiene contratos por 3,5 millones.
Para reparar todos los daños presentados Petroecuador declaró la emergencia en la instalación. Los principales gastos fueron, entre otros, por los hundimientos diferenciales en la cimentación de la planta. Durante la operación, la potencia del sistema de generadores a gas natural se fue degradando y se averió, debido a que los motores eran originales a diésel y fueron adaptados para trabajar con gas natural. Adicionalmente, hubo un daño mayor en dos motores, pese a que Ros Roca ofreció repararlos. También se comprometió, sin cumplirlo, a instalar el sistema Biol-Off gas, para la recuperación de gas proveniente de la carga de cisternas y de tanques de almacenamiento. Tampoco instaló el sistema de extinción de incendios, que incluía el agente extintor FM-200 en el MCC y en el cuarto de control de la planta. La Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH) dispuso que
Petroecuador realizara la remediación civil, mecánica y eléctrica.
Para recuperar las pérdidas, la estatal petrolera interpuso una demanda que se tramita en la Unidad Judicial de lo Contencioso Administrativo Nº 1 de Quito, en contra de la empresa española Ros Roca Indox, representada en Ecuador por FyC Representaciones Cía. Ltda. Sus representantes son María Elena J. y María Rosa F. Y como apoderado legal de Ros Roca en Ecuador, Paúl U. El proceso, que se formalizó en diciembre del 2015, exige que se condene a la empresa al pago de USD 170 millones por todos los daños y perjuicios causados al Estado ecuatoriano.
En España, la compañía Ros Roca cambió su denominación a Incryen y, actualmente, está declarada en concurso de acreedores (insolvencia) por disposición de las autoridades judiciales en Barcelona.
Este Diario pidió la versión de los representantes de FyC Representaciones. Rosa Fabara, asistente de María Elena J., dijo que desde hace dos años ya no tienen la representación de Ros Roca y que por lo tanto tampoco han recibido ninguna demanda judicial.
El representante legal de la empresa está detenido
Además del proceso contencioso, también se tramita un juicio penal por la paralización del servicio público que brinda la planta. En este caso, la jueza penal de Garantías de El Guabo, María Fernanda Gallardo, llamó a juicio a Paúl U., representante legal de Ros Roca en Ecuador; el accionista principal de la compañía, Salvador R., y los técnicos David T. (como autores) y Lucian V.(cómplice). También está procesada la persona jurídica Ros Roca, cuyas cuentas fueron inmovilizadas, informó el fiscal José Sánchez, quien presentó un dictamen acusatorio.
En Machala está detenido, desde hace más de un mes, el representante de la compañía en Ecuador, Paúl U., quien, según varios testimonios, ordenó que los empleados de la compañía abandonaran la planta de licuefacción, que se paralizó las dos semanas siguientes. Especialmente, porque los 10 generadores eléctricos que encienden la planta de nitrógeno no podían operar por fallas de programación de las tarjetas especiales, que utilizaban David T. y Lucian V., los técnicos de Ros Roca, para su activación.
Cuando la instalación se paralizó, en la planta había un ‘stock’ de 130 toneladas de gas licuado, que alcanzaban para dar servicio a la comunidad por cuatro meses aproximadamente, pero no para abastecer a las plantas industriales, (que demandan entre 80 y 100 toneladas diarias), que se quedaron sin el suministro durante dos meses, según consta en el proceso judicial.
En vista de que las tarjetas no se pudieron reprogramar en el país, el 4 de marzo del 2015 debieron viajar a Barcelona, España, los ingenieros de Petroecuador Francisco Cortez y Miguel Mena. Ellos transportaron 33 tarjetas electrónicas Mencen y 5 Canto, para que sean reprogramadas en la empresa Tecna, que las fabricó. Solo los técnicos de Ros Roca conocían el manejo de los equipos y no capacitaron para esa función al personal ecuatoriano; tampoco hicieron la entrega formal de la planta a Petroecuador.
En contexto
Por los daños y la paralización en la planta, fue llamado a juicio y está detenido el representante legal de Ros Roca, Paúl U. El juicio deberá ser sorteado para que un tribunal penal tramite la siguiente etapa y señale el plazo para la audiencia de juzgamiento.