Cargando un cilindro de gas vacío, Jorge Rodríguez, morador de Carcelén, llegó ayer a las 11:30 al Comité del Pueblo, en el norte de Quito. Su objetivo era adquirir un tanque de gas en el punto de venta directa que instaló la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH).“Vengo desde Carcelén. He buscado gas por una hora y en los negocios donde venden los tanques me dicen que no hay. Aquí conseguí que me vendan un cilindro a buen precio: USD 1,60”.
Ayer, en Quito y sus alrededores se establecieron seis puntos de venta de gas: Tribuna de los Shyris, Comité del Pueblo, Comité del Pueblo Bajo, Carapungo, La Ofelia y otros en Tabacundo.
Diego Rueda, encargado del proceso de venta directa por parte de la ARCH, dijo que el objetivo de esta medida fue frenar la especulación con el combustible, pues sí existe gas para satisfacer la demanda diaria de 2700 toneladas de gas a nivel nacional.
Esto, pese a la caída de la producción de gas en la Refinería de Esmeraldas, que está actualmente en reparación parcial.
La planta produce 200 toneladas diarias de gas, cuando en condiciones normales entrega 650. Sin embargo, existe normalidad en la producción de las refinerías Amazonas (180 toneladas) y en La Libertad (18 toneladas).
También existen 48 000 toneladas del combustible almacenadas en un buque flotante que se encuentra en la zona de Punta Arenas, en alta mar.
Rueda explicó que uno de los problemas que ha provocado una ligera falta de gas en varias zonas del país es la demora en el despacho del combustible desde la envasadora de El Salitral.
“Pero no por eso las distribuidoras pueden decir que no tienen el producto y, peor aún, subir el precio de comercialización a la gente. Deben vender a USD 2,50”.
Sin embargo, existen denuncias de personas que han encontrado sitios en los que les venden los tanques de gas hasta en USD 5. Este es el caso de Luis Narváez, quien acudió al punto de venta de gas del Comité del Pueblo Bajo.
“Vengo desde el sector del pasaje Hermano Miguel, en la av. Eloy Alfaro, y en los centros de venta dicen que el producto está más caro por la escasez. Sin embargo, en un sitio aquí en el Comité del Pueblo un vendedor me comentó que sí hay el producto pero que no quieren vender porque están esperando a que suban los precios”.
Mientras la gente que fue al punto de venta de la Tribuna de los Shyris, entre ellas Ana Araujo, dijeron que no han registrado problemas de escasez de gas pero que aprovecharon que estaba el camión para comprar.
Pocas personas se acercaban a comprar el producto en ese sitio. Lo mismo sucedía en el punto central del Comité del Pueblo, donde se vendieron 40 cilindros entre las 10:00 y las 12:00, pese a que llegaron 120 cilindros.
“Durante los tres primeros días de venta de del producto de forma directa, que empezaron el jueves, la demanda fue moderada. Hoy ha estado baja porque creo que la gente sí está aprovisionada del combustible”, dijo Juan Jiménez, representante del Centro de Distribución de Sangolquí.
Como él, otras distribuidoras están vendiendo su producto en los puntos que estableció el Gobierno. Yanira Delgado, de la distribuidora Occidental, llevó ayer a la Tribuna de los Shyris 192 tanques, de los cuales vendió 14 en una hora. “Yo creo que ni hay escasez ni tampoco especulación. Todas las distribuidoras tienen gas y no hay una razón para creer que puedan subir los precios. Creo que es una cuestión de demora en los despachos. Todo es normal”.
Esto no es compartido por los consumidores de otras provincias, quienes dicen que no encuentran el combustible (ver recuadro). A pesar de ello solo en Quito y Manabí se vendió el gas de forma directa. En el resto la medida quedó a discreción de las autoridades provinciales.