La Reserva de Mashpi, ubicado en el corazón del bosque nublado del Chocó Andino, al oeste de Quito, ha sido el escenario de importantes descubrimientos científicos desde hace más de 10 años. Una de las más significativas es la Magnolia Mashpi, un árbol endémico de la reserva, que puede alcanzar entre 40 y 45 metros de altura.
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El equipo científico de Mashpi Lodge, un hotel de lujo comprometido en la conservación de la zona, identificó esta especie en 2014. Sin embargo, tras un análisis detallado se confirmó su clasificación dentro de la subsección del género Magnolia llamada Chocotalauma. Es decir, fue catalogada como una nueva especie, en 2017.
La Magnolia de Mashpi es conocida localmente como “cucharillo”. Esta es una de las seis especies de este grupo y crece exclusivamente en las 3 200 hectáreas de la reserva.
El teleférico “Libélula” de la reserva Mashpi fue clave para la recolección de muestras. Gracias a su diseño, los investigadores pudieron acceder al dosel del bosque y recolectar flores y frutos de este árbol. Esta especie florece entre marzo y abril y da frutos entre septiembre y octubre, explicó Mateo Roldán, director de Investigación y Biología de Mashpi Lodge. Se estima que más de cien individuos habitan la reserva, en altitudes de 800 a 1 000 metros.
Mashpi Lodge se encuentra en medio de una reserva de 3 200 hectáreas, en el Chocó Andino.
Conservación de la Magnolia Mashpi
La conservación de esta especie dio un paso innovador. Mashpi Lodge, la empresa de fragancias MANE y The Red List Project (TRLP), organización sin fines de lucro dedicada a la protección de especies en peligro de extinción, formaron con una alianza estratégica.
Este esfuerzo conjunto permitió la extracción responsable de la esencia de la Magnolia Mashpi sin afectar su hábitat. Posteriormente, los expertos de MANE recrearon su aroma en laboratorio con materiales 100% biodegradables, asegurando un modelo de conservación sostenible.
El proyecto nació en 2022 a partir de una conversación entre Roldán y Vanessa Handley, directora de Conservación de TRLP. Lo que solo fue un sueño se convirtió en una iniciativa que combina ciencia, turismo y conciencia ambiental.
El impacto de este proyecto trasciende lo ambiental
Para obtener la esencia, se recolectaron flores de manera controlada utilizando el teleférico, ya que las flores están en la copa de las magnolias. En marzo de 2023, llegaron los perfumistas de MANE y recrearon el aroma de forma sintética.
El impacto de este proyecto trasciende lo ambiental. MANE asumió el compromiso de compartir un porcentaje de las ganancias de la fragancia con TRLP, destinando los fondos a la conservación y reforestación de la Magnolia Mashpi.
La primera fase del acuerdo contempla la identificación de poblaciones de esta especie fuera de la reserva. Así como la implementación de viveros comunitarios, fomentando la educación y el compromiso de las comunidades locales en la preservación del ecosistema.
“Comercializar la fragancia basada en la esencia de Magnolia Mashpi sin poner en peligro los árboles es una estrategia innovadora para preservar esta especie, proporcionando un medio sostenible, seguro y a largo plazo para la conservación de este árbol en el Chocó Andino ecuatoriano”, destacó Roldán.
Actualmente, el grupo investigador desarrolló 1 000 plántulas de Magnolia Mashpi con los recursos obtenidos. Las mismas que serán entregadas a finales de marzo del 2025 a las personas de las comunidades aledañas para la siembra.
Plántulas de Magnolia Mashpi. Foto: Cortesía
Modelo de conservación
La fragancia inspirada en la Magnolia Mashpi, actualmente, es utilizado en productos como champú, acondicionador, gel de baño, crema y jabón de Mashpi Lodge. Están disponibles en su boutique, así como en Casa Gangotena en Quito y Finch Bay Galápagos Hotel, aún no hay otros puntos de venta. Pero, se espera que en el futuro alguna empresa grande compre esta fragancia y hacer productos con este aroma y pueda llegar a más lugares.
Este modelo de conservación y desarrollo sostenible demuestra que la naturaleza y la innovación pueden coexistir. “Llevando la esencia de un bosque ecuatoriano al mundo entero”, agregó Roldán.
En el mundo hay 300 especies de magnolias, 26 de ellas están en Ecuador.
Hasta ahora, en la reserva del Mashpi se han descubrimiento de 22 nuevas especies, entre plantas y animales.