Pedro Riaza: 'Nueva normativa supondrá el cierre del mercado ecuatoriano'

Cortesía de ascer

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La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) envió una carta al Instituto Ecuatoriano de Normalización (Inen) en diciembre, donde presentó los problemas que generarían los cambios al Reglamento 033 que establece las reglas para ingresar cerámica al Ecuador. El secretario de Ascer, Pedro Riaza, dio una entrevista a este Diario vía correo electrónico.

¿Qué productos exporta Ascer al Ecuador?
Exportamos baldosas cerámicas para suelo y pared, especialmente greses, porcelánicos y algo de revestimiento.

¿Cuánto exportaron al Ecuador en el 2013?
El mercado ecuatoriano está creciendo en estos momentos en torno a un 13% respecto al año anterior, y en 2013 alcanzará, todavía sin cifras definitivas, un nivel de ventas por valor de USD 6,5 millones.

¿La exportación de esta cerámica el Ecuador paga algún tipo de arancel?
Una tasa del 25%, que es muy elevada. Sin embargo, Ecuador, siendo un país desarrollado tiene una serie de preferencias en materia comercial a través del régimen especial al estímulo del desarrollo que estipula la Unión Europea. El Gobierno ecuatoriano debería de repensar esta situación privilegiada y dar un trato en correspondencia a unos socios comerciales estables.

¿Desde cuándo presentan problemas las exportaciones de estos productos desde España al Ecuador?
El reglamento anterior de baldosas cerámicas ya imponía unas condiciones en la normalización y comercialización de azulejo en Ecuador muy distintas a lo que se exige en el resto del mundo. La revisión (del Reglamento 033) introduce obligaciones adicionales muy duras que difícilmente podrán cumplir los productores extranjeros, y en la práctica supondrá el cierre del mercado para las baldosas cerámicas españolas y europeas.

Un ejemplo es la obligación de realizar un ensayo para cada envío, incluso si el producto proveniente de la misma fabricación ya ha sido ensayado. Si esta obligación aportara valor o garantizara algo podría ser discutible, pero no aporta ninguna información nueva y supone un sobrecoste elevadísimo imposible de trasladar al mercado y que, por tanto, significará la exclusión de productos importados al país.

¿Qué otros problemas se han presentado?
Otra restricción importante es el marcado de cada pieza. El reglamento lo exige, cuando esta información ya viene detallada en las cajas de forma muy clara. La aplicación de esta exigencia supondría un coste importantísimo en el proceso industrial, y equivale a pedir que hagamos una producción específica y distinta para el mercado ecuatoriano; es claro que el fin de todo ello es desanimarnos y que dejemos de aspirar a mantener nuestra cuota y nuestra saludable aportación al mercado. (...) Para nosotros, los fabricantes, esta normativa supondrá el cierre del mercado y acabar con la comercialización de nuestros productos en Ecuador. (...) Esta revisión entrará en vigor a finales de mes, es decir, todavía no se ha aprobado. Esperemos que alguna entidad escuche nuestras propuestas.

¿Puede interpretarse esta normativa como una barrera para-arancelaria?
Sí, es claramente una barrera técnica al comercio.

¿Intentaron dialogar con autoridades ecuatorianas?
Llevamos meses trabajando en este asunto y a través de diferentes vías, puesto que supone un gran perjuicio para la libre comercialización de nuestros productos en Ecuador. Junto con el resto de productores europeos hemos elevado una queja formal a las autoridades de la Unión Europea para que utilicen las vías diplomáticas oportunas. Nuestros servicios diplomáticos y comerciales en el país llevan tiempo trabajando en este asunto. La Unión Europea ha trasladado ya una queja formal a la Organización Mundial del Comercio. (...) Buscamos que Ecuador elimine estos obstáculos.

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