El canciller panameño, Roberto Henríquez, rechazó categóricamente, por injustas y ofensivas, las declaraciones realizadas el pasado viernes por el presidente francés, Nicolás Sarkozy, en el marco de la Cumbre del G20, en la cual acusó a Panamá de ser un paraíso fiscal.
Según Henríquez, el G20 “está al borde una crisis y busca chivos expiatorios para cubrir su mal manejo financiero”, dijo el funcionario, quien citará mañana a los embajadores de los países que forman el G20 para demandar una explicación y aclaración ante los injustos señalamientos.
El Presidente francés aseguró que los países que siguen albergando paraísos fiscales, entre ellos Panamá y Uruguay, tienen los días contados y serán apartados de la comunidad mundial.
Sarkozy aseguró que Antigua y Barbuda, Barbados, Botsuana, Brunei, Panamá, Seychelles, Trinidad y Tobago, Uruguay y Vanuatu “no tienen un marco jurídico adaptado a los intercambios de información fiscal”.
Henríquez explicó que las evaluaciones del G20 se hicieron antes de considerar los recientes avances que ha realizado Panamá en el tema de la transparencia fiscal, con la firma de 12 tratados de doble tributación, la mayoría de ellos, precisamente, con países miembros del G20.
Hasta la fecha Panamá ha firmado con EE.UU., Holanda, México, Barbados, Portugal, Qatar, Luxemburgo, España, Singapur, Corea del Sur, Italia y Francia.