El país necesita 20 000 millones al año para invertir en Coda-Codo

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Fabián Carrillo, analista económico

¿Cuál es el impacto en la economía real del préstamo del Eximbank para construir el Coca-Codo Sinclair?

Es una obra de inversión pública que esperamos tenga impacto en niveles de utilización de recursos, empleo, contratación... Es algo positivo, eso es indiscutible.

Sin embargo, durante el proceso, lo virtuoso de la inversión pública es que trascienda, es decir, que mientras se construya la obra vial, la presa, el aeropuerto, etc., se demanden recursos, y que eso sirva en el futuro como un efecto multiplicador y que permita mayor actividad económica.

Sin embargo, normalmente, este tipo de proyectos solo generan impactos durante la construcción, luego, eso se reduce significativamente...

El proyecto debe ser económica, social, técnica y financieramente viable en el tiempo. Este cumpliría esas condiciones, pero hay varias consideraciones.

¿Errores de fondo?

Más bien en la forma como se ha negociado el préstamo, no es transparente. Este tipo de créditos que concede un Gobierno a otro implica analizar su viabilidad desde dos aristas: una, la tradicional, la que nos ha contado el Ministro de Finanzas, de que es un préstamo a 15 años plazo, al 6,9% de tasa fija, con un período de gracia de cinco años y medio...

La otra arista es la que no se conoce. Los países grandes obligan a los pequeños a hacer ciertas compras en ciertos lugares. Ellos dicen “yo te presto, pero yo te digo a quién le compras tal o cual producto o servicio”. Es decir, el préstamo viene condicionado.

Y eso tiene lógica en el sentido de que China pone la plata para que se adquieran bienes y servicios de empresas de su país, lo que puede tener un costo económico, sea porque estamos pagando mucho o recibiendo poco en términos de calidad. Eso se debe transparentar y hacerlo público.

¿Era mejor concretar el financiamiento a través de inversión -como se lo estaba haciendo- y no del crédito?

Definitivamente sí. Porque ahí se decide qué parte del flujo quiere compartirse y en qué. En el caso del préstamo, el Estado asume totalmente el riesgo. También es importante conocer qué tipo de garantías se están dando. Insisto, es importante saber más detalles de las condiciones efectivas del financiamiento.

La del Coca-Codo será una de las inversiones más altas de la historia del país. ¿Por sí solo ya no es rescatable?Sin desmerecer el esfuerzo y la importancia del proyecto, no hay que quedarse tranquilos. Calculo que el país necesita, aproximadamente, entre USD 15 000 y 20 000 millones anuales de inversión. Tenemos un Producto Interno Bruto (PIB) que bordea los USD 55 000 millones, por lo que los niveles de inversión en Formación Bruta de Capital Fijo deben estar en torno al 35%. Esto, para corregir todos los retrasos que tenemos en infraestructura, productividad, competitividad. Es decir, los cerca de USD 2 000 millones del crédito chino suenan bien ahorita, pero no olvidemos que los desembolsos serán a lo largo de cinco años. Son buenas noticias, pero USD 400 millones al año, si el flujo de desembolsos es lineal, es una lágrima.

Visto así, el impacto en términos de empleo tampoco será significativo...

No creo que esto solucione los problemas de desempleo actual. Considero que la obra tendrá un efecto positivo en términos de demanda agregada, de consumo y de inversión. Pero, reitero, estamos hablando de cifras absolutamente menores. Incluso, si el préstamo chino lo comparamos con el Programa Anual de Inversiones del Gobierno, no llega ni al 10%. Es loable la iniciativa del proyecto, pero hay que transparentarlo para convencernos de que el financiamiento es viable.

Parece una meta demasiado elevada llegar a generar inversiones anuales de hasta USD 20 000 millones. ¿Cómo hacerlo?

Hay que entender que eso debe ser un esfuerzo público y privado. Generar inversión, exclusivamente desde el sector público es imposible. El Gobierno debe dar condiciones a la inversión, para llegar paulatinamente a esos niveles y que en el país exista inseguridad jurídica, tributaria y legal no es garantía para que los inversores vengan. Por eso, países como Perú y Colombia reciben gran parte de lo que pudiéramos recibir, ellos no discriminan a la inversión extranjera.

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