El Banco Central se comprometió a pagar desde la próxima semana a una primera lista de afectados por la quiebra de la banca, en 1999.
Ayer, su titular Diego Borja anunció que la institución recuperó los primeros USD 9,6 millones, de los USD 2 200 millones que es el monto global que adeuda la banca cerrada.
Estos fondos recuperados serán direccionados a 93 886, entre depositantes y afectados.
“Hay un orden de prioridad de pagos, vamos a empezar a pagar a las personas que en el orden de prelación, de prioridad”, explicó Borja en una rueda de prensa.
De ese universo de acreedores, el Banco Central priorizará la cancelación a personas que tengan discapacidad, pertenezcan a la tercera edad, sean madres solteras, embarazadas y personas privadas de su libertad.
La idea del Banco Central es publicar en las próximas 48 horas en medios masivos los nombres de los beneficiarios. El objetivo es que se acerquen a las oficinas de Quito y Guayaquil con su registro y puedan cobrar su dinero en efectivo. Si el proceso de registro se cumple con celeridad, Borja estimó que desde la próxima semana empezarán los pagos.
Según los cálculos del ex instituto emisor, hasta finales del año cancelará a la totalidad de estas 93 886 personas, que en total deben recibir USD 31,2 millones. Esos fondos provienen del cobro de cartera, así como de convenios de pago con empresas que mantenían deudas con las instituciones que quebraron.
En total hay 113 444 afectados por el colapso financiero de 1999, a quienes se les pagará en una segunda etapa.
Borja también se pronunció ayer sobre uno de los puntos polémicos del proyecto de Código de Planificación y Finanzas Públicas: hasta el 75% del encaje bancario puede ser invertido en bonos estatales.
“La banca tiene que encajar en efectivo, o sea, no puede encajar en bonos además pagados por el Estado”, señaló Borja. “El encaje tiene que ser líquido”, agregó.
No obstante, el Presidente del Directorio del Banco Central señaló que en la actualidad existe un “sobreencaje” de la banca privada. Por ello, cree que ese excedente sí podría ser invertido en bonos del Estado. El encaje son recursos que la banca está obligada a tener en el Banco Central, como un respaldo para responder a los depositantes.