El reporte del primer trimestre del Consejo Federal de Instituciones Financieras de EE.UU. volvió a dejar mal parado al Pacific National Bank, subsidiaria del Banco del Pacífico y cuyo principal accionista es el Banco Central.
Según el informe de este órgano de control, la institución, con sede en Miami, cerró el primer trimestre del 2011 con una pérdida de USD 968 000.
La entidad dispone de USD 3,8 millones de reservas para posibles pérdidas de préstamos futuros. Sin embargo, ese valor cubría el 31% de los préstamos al 31 de marzo, lo cual está debajo de la media del sector financiero estadounidense. El documento añade que una de las causas de este cierre negativo fueron los cargos de incobrabilidad, que ascendieron a USD 504 000.
El organismo también aseguró que los niveles de capital del banco mejoraron ligeramente: USD 2,7 millones en el primer trimestre, como efecto de la inyección de dinero del Gobierno a finales del 2010. Sin embargo, pese a ello, al ver las cifras consolidadas, hay una disminución respecto al trimestre anterior, llegando a USD 349 millones en activos, 214 millones en depósitos y 116 millones en préstamos.
A pesar de que este Diario intentó conocer la posición de las autoridades del PNB, a través de correo electrónico, las respuestas no llegaron. No obstante, el titular del PNB, Carlos Fernández-Guzmán, señaló al South Florida Business Journal: “El Banco sigue tomando todas las medidas adecuadas para restaurar las utilidades sostenibles básicas y mejorar la gestión de nuestras reservas”. La piedra angular de nuestro enfoque, dijo, es adoptar prácticas crediticias prudentes y cumplir con la normativa y la realineación de las disciplinas de la entidad de control de gestión de cartera.
Este primer reporte cae en un momento en que el Pacific National Bank (PNB) intenta recuperar su imagen tras la multa de USD 7 millones que le impuso la Oficina del Controlador de la Moneda (OCC) y el Organismo de Control de Delitos Financieros (FinCEN) de EE.UU., por no cumplir con disposiciones para la prevención en el lavado de dinero. Los ejecutivos del PNB y las autoridades del Banco Central pagaron la sanción sin poner ningún reparo.
Entre otras cosas, el PNB fue observado por haber violado la obligación de establecer y poner en práctica un programa eficaz de lucha contra el blanqueo de capitales. Desde el 24 de abril del 2002, la Ley de Secreto Bancario de EE.UU. ha exigido a los bancos que informen las transacciones superiores a USD 5 000 que consideraren sospechosas. Y, desde el 2005, el PNB empezó a recibir llamados de atención de los órganos reguladores, pero no se adoptaron las correcciones.
Los administradores del PNB habían fijado el límite de transacciones sospechosas en USD 50 000, lo cual alertó a los órganos de control.
Según la investigadora Daniela Anda, de la Corporación de Estudios para el Desarrollo, “la multa es de responsabilidad única de quienes, estando a cargo de la administración del PNB, no implementaron los cambios necesarios y requeridos por los organismos de control norteamericano”.
Este inconveniente ha sido minimizado por el presidente del Directorio del Banco Central, Diego Borja, quien ha evadido responder los cuestionamientos sobre el tema. En EE.UU., la multa no quita la responsabilidad de los ejecutivos del PNB durante estos años. Por ello, las investigaciones continúan y se espera que se establezcan fuertes sanciones.
La cronología
1982
Se funda el Pacific National Bank. El 3 de julio del 2001, el Banco Central toma el control del paquete accionario del
Grupo Banco del Pacífico y es el principal accionista.
2005
El 16 de diciembre de ese año, el PNB recibe la primera orden de consentimiento de la OCC. Desde allí, varios llamados de atención se dieron.
2009
En febrero, el PNB firma con la OCC un acuerdo para fortalecer la dirección de la institución. Además, se compromete a perfeccionar la concesión de préstamos.
2010
Los examinadores de la OCC vuelven a auditar al PNB y le alertan de que sus acciones para controlar las actividades sospechosas no están cumpliendo las normas.
2011
El 29 de marzo, el PNB es sentenciado a pagar USD 7 millones de multa a los órganos de control estadounidenses, por no cumplir con los llamados de atención.