La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) asesorará a Ecuador en la creación del Plan Estratégico de Innovación.
Se trata de un programa que pretende identificar a los sectores productivos que no pueden desarrollarse por falta de herramientas de propiedad intelectual como derecho del autor, patentes, licencias, entre otras.
Carlos Mazal, director para América Latina y el Caribe de la OMPI, dijo que esta organización contratará consultores para identificar a los sectores más vulnerables a la piratería o la falta de un real reconocimiento económico.
“Puede ser el cosmético o alguno de los 14 sectores que el Gobierno ya detectó, pero hay que priorizar en orden de vulnerabilidad”, manifestó Mazal.
El anuncio se efectuó ayer en Guayaquil, durante las conferencias dictadas en el marco de la celebración del Día Mundial de la Propiedad Intelectual.
Andrés Ycaza, presidente del Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI), explicó que hay otros proyectos para reforzar el tema en el país.
Para disminuir la piratería, o venta de productos no originales, la institución trata de crear mecanismos para exigir el acceso legal a la cultura. Por ejemplo, que los titulares comercialicen sus innovaciones directamente en el mercado nacional. Actualmente lo hacen a través de intermediarios, lo cual encarece los productos finales de los artistas.
Así, en lugar de que un DVD musical original ingrese por un precio de venta de USD 20, por ejemplo, lo haga por un valor más asequible acorde a la realidad ecuatoriana.
“Esta es una propuesta innovadora que resolverá el problema de la piratería, no solo en Ecuador, sino en Latinoamérica”, advirtió. Para ello es necesario realizar reformas a la Ley de Propiedad Intelectual, ya propuestas.
Hace cuatro meses, la Asociación Ecuatoriana de Comerciantes y Distribuidores de Productos Audiovisuales (Asecopac) obtuvo su personería jurídica. El gremio insiste en ser reconocido por el Gobierno, para que les permitan distribuir productos audiovisuales (películas o discos) de talentos nacionales reconociéndoles regalías. El tema pasó a los tribunales y no han conseguido su objetivo.
El combate a la ‘biopiratería’ es otro objetivo que sigue Ecuador.
Dayanira Camacho, del área de protección vegetal y de conocimientos ancestrales del IEPI, dijo que se está tratando de identificar aquellas patentes registradas en el mundo, que usaron recursos de Ecuador, sin pedir permiso al Estado y sin retribuir beneficios.
Solo podrían hacerse reclamos sobre las invenciones inscritas antes de 1993. Hasta esa fecha estuvo vigente el comercio de la biodiversidad, bajo el concepto de Patrimonio de la Humanidad. Después de ese año, el patrimonio de los recursos biodiversos cambió a los Estados.