Diferimientos o prórrogas de las deuda que se activaron en los primeros meses de la emergencia sanitaria ya no están disponibles. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
Culminó el plazo establecido por la Ley de Apoyo Humanitario -el 12 de noviembre del 2020-, para que las entidades financieras den facilidades de pago a sus clientes sin cobrar interés por mora y sin deteriorar su categoría, pero hay quienes aún reportan problemas de liquidez para pagar sus deudas.
El presidente de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), Julio José Prado, respondió algunas de las preguntas de los clientes que aún necesitan alivios para no caer en mora y deteriorar sus perfiles de crédito.
¿Cómo está ayudando la banca a los clientes después del 12 de noviembre pasado?
Hay que entender primero qué fue lo que hicieron los bancos.
La primera etapa de shock fue la más dura, de marzo a junio, ahí se vio un diferimiento masivo de cuotas en los bancos. De julio a septiembre, en cambio, fue una etapa de análisis de los clientes, de recuperación del sistema bancario. Ya no se vio tanto diferimiento o aplazamiento de pago, sino más medidas de largo plazo estructurales, como las reestructuraciones o refinanciamientos.
Luego viene la etapa de amortiguación y contención. En esta etapa estamos desde octubre y hasta el 2021 veremos si se continúa con lo mismo. Estamos viendo cómo amortiguamos el shock que estamos sintiendo y cómo seguimos acompañando a nuestros clientes para administrar de forma adecuada la liquidez y por otro lado, seguir con las líneas de crédito abiertas.
¿Los bancos seguirán difiriendo o aplazando el pago de cuotas a los clientes que lo necesiten porque todavía no pueden pagar sus cuotas?
Los bancos van a seguir buscando mecanismos de ayuda para los clientes, pero los diferimientos o prórrogas de cuotas ya no están disponibles. Esa era una medida extraordinaria que se dio en los primeros meses de pandemia, fueron alivios por la situación de ese momento particular.
¿Por qué los bancos no pueden seguir haciendo prórrogas a los clientes dado que la pandemia sigue afectando la economía?
No se pueden extender de nuevo los diferimientos porque esto significó que por un buen período de tiempo los bancos dejaron de recibir dinero de los clientes y si eso se hace durante mucho tiempo, el manejo del sistema bancario en términos de su liquidez y sus márgenes se puede ver comprometido. Si se mantienen las prórrogas en un sistema por demasiado tiempo se puede, incluso, afectar a los depositantes. Estos alivios deben ser temporales, tal como en otros países se ha hecho, sobre todo en la etapa más complicada.
¿Implementarán medidas nuevas o solo las que ya estaban disponibles antes de la pandemia como novación, refinanciamiento y reestructuración?
Las medidas que van a implementar los bancos son la novación, el refinanciamiento y la reestructuración, que ya se implementaban antes de la pandemia.
Pero lo que vamos a ver de aquí en adelante, hasta el próximo año, es que habrá más casos de refinanciamiento y reestructuraciones que en años anteriores. No solo era necesario darles a los clientes diferimientos, los bancos ahora tienen que buscar mecanismos para que esas deudas, en el largo plazo, no en un par de meses, sino largo, largo plazo, sean más fáciles de pagar.
¿Cuánto de los alivios financieros que hicieron los bancos correspondió a diferimientos y cuánto correspondió a refinanciamientos y reestructuraciones?
Según datos recopilados por Asobanca, hasta junio del 2020, que representa el pico más alto de la pandemia, los alivios financieros ascendieron a USD 10 000 millones, lo que representa 2,1 millones de operaciones.
Estos datos muestran que, a junio, del total de la cartera que recibió alivio financiero, el 8% fue refinanciada, el 3% fue reestructurada, el 29% fue novada, y el 60% restante fue diferida.
¿Cuáles son las diferencias entre refinanciar, reestructurar y novar? ¿Qué es lo más conveniente para el cliente?
La novación es una operación en la que se eliminan todas las obligaciones originalmente establecidas, se otorga una nueva operación crediticia. Para acceder a esta figura se debe hacer una evaluación de capacidad de pago del cliente.
Un refinanciamiento se refiere a las operaciones que se realizan cuando se anticipa que un deudor no va a poder cumplir con sus obligaciones. En este proceso las condiciones de la nueva operación podrán ser diferentes a lo inicialmente pactado y se puede hacer un ajuste en plazo y en el monto de las cuotas. El deudor debe presentar un flujo de caja favorable y que su actividad productiva genere ingresos.
La reestructuración se realiza cuando el deudor presenta fuertes debilidades financieras y serios problemas para honrar sus obligaciones, pero tiene un buen carácter de pago; es decir, manifiesta al banco que quiere pagar. Esta es la opción para cuando ya se han agotado otras alternativas de repago y el cliente no ha mostrado la capacidad de cumplir. Para acceder a una reestructuración es necesario realizar una proyección de sus ingresos y que se demuestre que estos serían positivos.