Esta semana se cumple la primera década desde que el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) empezó su construcción. El 26 de junio del 2001 arrancó la obra, la cual estuvo postergada desde mediados de la década de los noventa. El permiso inicial de funcionamiento lo tuvo el 11 de noviembre del 2003.
La capacidad de transporte del OCP fue prevista inicialmente en 310 000 barriles diarios. Luego, el Estado ecuatoriano pidió que se aumente a 450 000 barriles, ya que en los planes oficiales se contemplaba el aumento de la producción de las petroleras privadas, situación que no ocurrió.
De ahí que la capacidad del OCP se ha mantenido subutilizada durante estos años, pues la producción privada de crudo no solo que no ha aumentado, sino que ha caído en los últimos años, producto de una renegociación de contratos que llevó cuatro años.
La inversión en el OCP ascendió a USD 1 474 millones, recursos que salieron de las casas matrices de las petroleras que son accionistas en este proyecto, además de bancos extranjeros.
En el 2009, el Servicio de Rentas Internas (SRI) anunció que revisaría el cumplimiento de impuestos por parte de la empresa OCP Ecuador, anticipando que la empresa no había pagado sus obligaciones, lo cual incluso implicaría una renegociación de su contrato. Hasta la fecha no hay una definición sobre este tema.