Ocho países se abrieron al comercio

La Unión Europea suscribió ayer en Madrid tres tratados de libre comercio con Perú, Colombia y por primera vez con seis países de América Central. Así se puso el broche final a años de tortuosas negociaciones, cuestionadas por los gobiernos izquierdistas del subcontinente. Perú y Colombia, grandes defensores del liberalismo en América Latina, llegaron hasta el final de la negociación, pero Bolivia y Ecuador marcaron distancia y denunciaron que se trataba de un acuerdo puramente comercial. Las diferencias en el interior de la Comunidad Andina terminaron por dividir al bloque, que en un inicio estaba unido en la negociación con los europeos. Esa división se mantuvo hasta ayer. Por un lado, el presidente peruano, Alan García, destacó que la firma del acuerdo abrirá nuevos mercados y creará más empleo en Perú y la Unión Europea. El presidente boliviano, Evo Morales, descartó volver a negociar mientras la oferta europea se asemeje a los acuerdos firmados con los otros dos países andinos. El TLC con Colombia ha suscitado además fuertes críticas en el Parlamento Europeo, que debe ratificarlo para su entrada en vigor. Las observaciones se centran en la situación de los derechos humanos en ese país, aunque el presidente colombiano Álvaro Uribe destacó ayer que el acuerdo incluye una cláusula de respeto a los derechos humanos.Las críticas al acuerdo también llegaron de los medianos y pequeños productores de leche de Colombia, que protestaron porque llegará leche importada de la UE a un menor precio, ya que en esos países hay subsidios al agro. Los empresarios centroamericanos, por su parte, destacaron que la firma del TLC con la UE permitirá el acceso a un mercado de 500 millones de consumidores en 27 países. Asimismo, cuando el acuerdo sea ratificado por los parlamentos de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, lo que no será antes de 2011, el 91% de las 9 828 líneas arancelarias de esta zona entrará libre de impuestos a la UE.

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