En su primer pronunciamiento estratégico desde que se convirtió en el presidente ejecutivo de Sony Corp. el 1 de abril, Kazuo Hirai dijo que implementará cambios significativos en el atribulado conglomerado de electrónicos, incluyendo profundos recortes de costos en su división de televisores, que no es rentable. El ejecutivo también resaltó la necesidad de la empresa de ejecutar estos cambios con urgencia.
“Definitivamente cambiaré y reviviré a Sony”, señaló Hirai en una conferencia de prensa en Tokio. Los desafíos de Sony son numerosos y de envergadura. Su marca, que alguna vez fue sinónimo de distinción, se ha deteriorado y la empresa ya no puede pedirle a los consumidores que paguen extra por sus productos. Después de cuatro años consecutivos de pérdidas, la compañía no tiene el músculo financiero para invertir en tecnologías nuevas al nivel de Apple Inc. o Samsung Electronics Co.
Como parte de la reestructuración, el grupo planea eliminar 10.000 empleos, o casi 6% de su fuerza laboral global. Esta semana, Sony proyectó una pérdida de US$6.400 millones para el año fiscal que terminó en marzo.