Nueve grandes bancos internacionales prepararon su “testamento” a pedido de las autoridades de regulación estadounidenses para prepararse ante contextos críticos y prevenir así una nueva crisis financiera como la de 2008.
Estas instituciones esbozaron planes de emergencia sobre cómo actuarían con rapidez y cuidado en caso de caer en bancarrota. La estatal Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) publicó hoy los llamados “Living Wills” (testamentos), aunque solo algunos extractos de los mismos.
Estos planes de emergencia deberían servir para impedir un nuevo desastre como el que provocó la caída de Lehman Brothers en septiembre de 2008.
En ese entonces la intervención del Estado impidió un colapso de todo el mercado financiero.
Entre los bancos que tuvieron que hacer su “testamento” están los estadounidenses Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs, Morgan Stanley y JPMorgan Chase, además del alemán Deutsche Bank, el británico Barclays y los suizos Credit Suisse y UBS. La nueva regulación se debe a la enorme dimensión de estas instituciones financieras, que a la vez están conectadas entre sí.
Las repercusiones por la caída de Lehman Brothers se sienten hasta el día de hoy. El “testamento” deberá dejar en claro desde un comienzo la estructura interna de los bancos, así como sus relaciones comerciales. También debe aclarar qué personas y comisiones son las que deben tomar las decisiones y asumir el liderazgo en caso de una quiebra.
Las autoridades regulatorias no quieren volver a quedar en la difícil situación de tener que rescatar a los bancos con millones de dólares de los contribuyentes. Los “Living Wills” son un componente central de la reforma de los mercados financieros impulsada por el presidente estadounidense Barack Obama.
Las autoridades regulatorias tienen 60 días de plazo para analizar los documentos y evaluar si cumplen con lo demandado. En caso contrario pueden pedir más información a los bancos.