La Organización Internacional para la Estandarización (ISO, por sus siglas en inglés) publicará en noviembre próximo el documento final de la normativa mundial de gestión sobre responsabilidad social. Se trata de la ISO 26 000 que está dirigida a los sectores público y privado.
Los detalles sobre su aplicación fueron anunciados ayer en Guayaquil, por Ernesto Bächtold, miembro del comité técnico 176 de la organización con sede en Ginebra. Él participa en el II Foro Mundial de Actualizaciones ISO 2010, organizado por el Ministerio de Industrias y Productividad.
Bächtold dijo que esta es una guía para implementar los principios de responsabilidad social de las empresas y los gobiernos.
Para este último segmento, la ISO analiza la implementación de un rubro que contemple el impacto del calentamiento global, para intensificar su participación en modelos óptimos de gestión.
Hoy es común ver inundaciones, sequías, huracanes, pero en las ciudades costeras también se caen las casas construidas en las orillas de los ríos y esteros sin aparente motivo. Pero en realidad es efecto del aumento de nivel del mar, explicó. “Por eso, los gobiernos deben pensar en cómo mover estas casas construidas en las riberas, en las montañas y la cordilleras costeras. Es parte de un modelo de prevención”, argumentó.
El 15% de la ISO 26 000 abarca lo ambiental que, en el caso de las empresas privadas, está dirigido a disminuir la emisión de carbono.
Al igual que las cerca de 15 000 normativas de gestión de calidad existentes, la ISO 26 000 no es obligatoria. Sin embargo, su aplicación le otorga ventajas competitivas al sector privado, por el uso racional de materiales, y al público, porque puede prevenir daños.
Nigel Croft, también miembro del Comité 176 de la ISO, indicó que el objetivo es que esta normativa tenga tanta aceptación como las ISO 9001, de gestión de calidad. En el mundo, hay un millón de empresas con esta certificación. En Ecuador, 859 empresas cumplen con estas normativas.