Un nuevo recorte de personal empezó el viernes pasado en la planta de Omnibus BB, ensambladora de los autos Chevrolet en el país.
Este proceso continuó durante el fin de semana pasado. Un grupo de colaboradores que trabajaba en diferentes turnos de la planta industrial, en el norte de Quito, fue notificado de su despido.
Se prevé que el proceso de desvinculación culmine hoy, lo cual ocasionará una merma del 12,3% en la nómina de la compañía, compuesta por alrededor de 1 600 trabajadores.
[[OBJECT]]La decisión de la empresa está vinculada con recientes medidas del Gobierno para restringir la importación de piezas y partes de autos, las cuales son ensambladas en la planta industrial.
La empresa señaló que en los últimos meses se han publicado una serie de resoluciones que regulan el comercio exterior y que tienen una afectación directa en su producción. “Concretamente, la Resolución 65, con vigencia hasta el 31 de diciembre del 2014 y relacionada con la reducción de cupos para la importación de CKD, material con el cual se ensamblan los vehículos de producción nacional”.
En junio pasado, el Consejo de Comercio Exterior (Comex), publicó la Resolución 65, estableciendo una restricción cuantitativa para 19 subpartidas de CKD de vehículos. Los cupos estarán vigentes hasta finales del 2014 y se aplicarán, incluso, para los países con los que Ecuador mantenga acuerdos comerciales.
“Esta decisión nos llevó a disminuir la producción en un 18% y por lo tanto, obligó a reducir aproximadamente el 12,3% de nuestro personal”, señaló ayer la empresa en un comunicado.
Y añadió: “En GM-OBB hemos implementado un proceso de desvinculación que además de apegarse a la legislación laboral ecuatoriana, facilitará a los ex colaboradores de la compañía reinsertarse en el mercado laboral a través de un Programa de Orientación y acercamientos con empresas del sector. Confiamos que este personal capacitado, será tomado en cuenta para cubrir necesidades laborales de dichas compañías”.
Este tipo de medidas suelen tomarse con conocimiento de las autoridades de Gobierno, como sucedió en mayo del 2009, cuando General Motors-OBB también aplicó una medida similar.
En esa época, el Ministerio de Trabajo actuó como mediador para paliar en algo los despidos de 313 empleados. Al final salieron 287 personas, según datos de esa Cartera de Estado, a quienes el Gobierno les garantizó que serían liquidados según la Ley, además de ser reinsertados en la empresa cuando las cosas mejoren.
Las cosas mejoraron en los años subsiguientes y algunos de los despedidos volvieron a la planta.
Pero, las nuevas restricciones del Comex a las importaciones de CKD tumbaron las proyecciones de ventas de la empresa, con impacto en el empleo.
En el primer semestre de este año, las ventas del sector automotor han caído un 9% respecto a igual período del 2011.