La economía se ha ocupado tradicionalmente de cómo los precios se mueven para balancear oferta y demanda en los mercados, sin embargo, dos economistas estadounidenses se ocuparon durante décadas de estudiar el funcionamiento de los mercados en los que no hay precio para un bien o servicio, y por ello ayer se hicieron merecedores del Nobel de Economía.
Lloyd Shapley y Alvin Roth dedicaron sus carreras a entender los mecanismos de intercambios en los que no existen precios, como los que ocurren entre dos personas que se casan, entre donantes y receptores de órganos, y candidatos para alguna dignidad en las universidades.
A partir de la teoría de los juegos cooperativos, Shapley estudió y comparó distintos métodos de emparejamiento para lograr asignaciones estables, desarrollando varias herramientas específicas, en particular el denominado algoritmo de Gale-Shapley.
Estas teorías se aplican a escala mundial. En el Ecuador también son conocidas y se enseñan en las facultades de Economía.
Pese a ello, algunos economistas locales prefirieron no pronunciarse sobre el tema por desconocer del trabajo de los galardonados con el Nobel de Economía.
Otros sí recordaron la teoría. Pablo Dávalos, catedrático de la Universidad Católica de Quito, explicó que la teoría de juegos sirve para ver la redistribución de recursos. Este esquema, según él, cabe en conceptos de mercados competitivos y con lógicas de racionalización de consumo. En Ecuador se utiliza mucho en microeconomía, para definir los conceptos de esta materia, además de la asignación de recursos y en los modelos de los juegos.
Hugo Villacrés, también catedrático de la PUCE, amplió la explicación y señaló que estas teorías son un aporte, pues argumentó que la teoría económica con aplicaciones en la donación de órganos parte de un concepto del cual nace la economía; que busca satisfacer las necesidades de recursos limitados.
En ese sentido, señaló que hay gente que ha muerto por la falta de un órgano y eso se da por falta de solidaridad. “Parte de nuestros órganos sirven para generar vidas, así se aplica la teoría de la escasez con la demanda potencial de muchos órganos”, explicó.
Por su parte, María Herrera, ex presidenta del Colegio de Economistas de Pichincha, quien destacó que las teorías de las que hablan los ganadores del Nobel se basan en la economía ortodoxa o neoclásica.
La teoría que ganó el Nobel, en Suecia, estudia en forma matemática el modo en que los diferentes actores toman decisiones estratégicas para servir a su propio interés y anticipar las reacciones de los demás, pero sin lograrlo siempre.
Los estudios de los economistas ayer galardonados se remontan a 1960, cuando Shapley analizaba la concordancia entre la oferta y la demanda de forma abstracta. Para ello necesitaban una aplicación concreta. “ Utilizó la boda como uno de sus ejemplos ilustrativos. ¿Cómo formar 10 parejas hombre-mujer respetando sus preferencias individuales? ” , dijo la Academia Real de Ciencias. Esta teoría solo fue reconocida mucho después con los estudios de la donación de órganos de Roth.
El economista explicó que “las donaciones de órganos son básicamente un intercambio, y en la organización efectiva de un intercambio es donde los economistas somos buenos”.