Soy constructor por 28 años y desde hace cuatro o cinco años fui cliente del Pacific National Bank (PNB). Estaba haciendo un edificio de parqueo para botes con aire acondicionado en el río Miami y necesitaba financiamiento para este y otros proyectos. Así que el banco me aprobó un crédito que se iba renovando anualmente por cerca de USD 6 millones. Pero empecé a ver que los empleados que habían hecho compromisos con nosotros y que siempre fueron honrados empezaron a irse y solo quedaron puras mentiras. Cada 30 días me decían que iban a completar la renovación del préstamo y no cumplían, después me decían que debo esperar 30 días más. No era necesariamente más dinero sino llevar el proyecto a un segundo nivel y buscar un socio para este cometido. Pagaba normalmente unos USD 20 000 mensuales por el crédito, no me atrasaba con los pagos y cancelé desde el 2005 hasta el 2009, que me dijeron que no iban a renovar mi contrato y que triplicarían el interés. Sin embargo, ellos alegan que debo USD 6 millones y quieren llevarse una propiedad que estaba como garantía del préstamo, pero vale mucho más que eso. También tenía un millón de dólares en el banco como depósito y se llevaron mi dinero. Lo hicieron de mala manera, conforme hacíamos la extensión del crédito habíamos hablado de qué hacer con estos depósitos. No se logró ningún acuerdo y ahora estamos en litigio en la Corte Civil de Miami. Creo que el primer problema empezó cuando se deshicieron de los anteriores empleados, no les importó las consecuencias y no honraron los acuerdos hechos con los clientes. Mi ejecutivo de cuenta era solvente, había trabajado con él en otros bancos y me pidió que fuera al Pacific National Bank. Como lo conocía desde hace mucho tiempo, lo hice, pero lo despidieron. Soy cliente de otros bancos y esto es único, no quiero decir que otros bancos no están complicados por la crisis, más de lo que estamos acostumbrados, pero nunca algo así.